Luego de sobrevivir a un intento de asesinato, este domingo llegó Donald Trump a Milwaukee, donde se llevará a cabo la Convención Nacional Republicana, que hacia finales de la semana el partido lo nombrará formalmente su candidato a la Presidencia de Estados Unidos.
Mientras, el atentado del sábado amenaza con inflamar aún más la división política de EU. A la par, el expresidente destacó que se negó a retrasar su viaje para no “permitir que un ‘tirador’, o un asesino en potencia, obligue a cambiar la programación”.
Así te lo informamos en Uno Noticias:
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¿Cómo está la seguridad para la Convención Nacional Republicana?
Por su parte, tras el ataque contra su contrincante Donald Trump, el presidente demócrata Joe Biden anunció que ordenó una revisión de cómo un hombre de 20 años que portaba un rifle AR-15 consiguió el sábado acercarse lo suficiente como para disparar desde un tejado a Trump, que como expresidente cuenta con la protección vitalicia del Servicio Secreto.
Trump, de 78 años, acababa de comenzar un discurso de campaña en Butler, Pensilvania, a unos 50 kilómetros al norte de Pittsburgh, cuando sonaron disparos, uno de los cuales impactó en la oreja derecha del también empresario y le manchó la cara de sangre.
“No hay lugar en Estados Unidos para este tipo de violencia, para ninguna violencia, jamás. Punto. Sin excepciones. No podemos permitir que se normalice esta violencia”, afirmó Biden el domingo por la noche en la Casa Blanca. “La retórica política en este país se ha vuelto muy acalorada. Es hora de enfriarla”.
Republicanos “ungirán” a Donald Trump
Este lunes comenzará en Milwaukee, Wisconsin, la Convención Nacional Republicana (RNC, en inglés). En la que Trump recibirá la nominación formal para contender por la Casa Blanca en las elecciones del 5 de noviembre.
Al respecto, el presidente de la RNC, Michael Whatley, dijo en Fox News que las autoridades están trabajando juntas para salvaguardar el lugar, donde los funcionarios han pasado meses haciendo preparativos de seguridad.
Mientras que el FBI dijo que no se conocían amenazas contra la convención ni contra ninguno de los asistentes. Mientras que el Servicio Secreto afirmó que no prevé ningún cambio en el plan de seguridad.
“Iba a retrasar mi viaje a Wisconsin, y a la Convención Nacional Republicana, dos días. Pero acabo de decidir que no puedo permitir que un ‘tirador’, o un asesino en potencia, obligue a cambiar la programación, o cualquier otra cosa”, escribió Trump en su sitio Truth Social, temprano el domingo.
La convención contará con discursos televisados de estrellas emergentes republicanas y la elección de Trump de un compañero de fórmula aún por anunciar. Al tiempo que se destacará la postura del partido en temas como aborto, inmigración y economía.
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Los avances en la investigación
El FBI identificó a Thomas Matthew Crooks, de 20 años, de Bethel Park, Pensilvania, como sospechoso de lo que calificó de intento de asesinato. Estaba inscrito como republicano, según los registros electorales del estado. También había hecho una donación de 15 dólares a un comité de acción política demócrata cuando tenía 17 años.
Las fuerzas del orden dijeron a la prensa que aún no habían identificado el móvil del ataque. Tanto republicanos como demócratas buscarán pruebas de la afiliación política de Crooks, en su intento de hacer creer que el partido rival representa el extremismo.
El presunto autor de los disparos actuó solo y utilizó un rifle estilo AR comprado legalmente para disparar. Eso dijeron funcionarios del FBI el domingo, agregando que no tenían indicios de ningún problema de salud mental del sospechoso.
Los funcionarios del FBI, en una llamada con periodistas, dijeron que la investigación estaba en una etapa temprana y que aún no habían identificado una ideología asociada con el sospechoso. Afirmaron que una de sus prioridades era averiguar el móvil del tiroteo.
Agregaron que “un dispositivo sospechoso” fue encontrado en el vehículo de Crooks, que fue inspeccionado por técnicos de bombas y convertido en seguro.
El tiroteo se produjo a menos de cuatro meses de las elecciones del 5 de noviembre, en las que Donald Trump enfrenta una revancha con Biden. La mayoría de los sondeos de opinión, incluidos los de Reuters/Ipsos, muestran a ambos en una reñida contienda.
Cambios en la campaña
El episodio agitó el debate en torno a la campaña. La cual recientemente se había centrado en si Biden, de 81 años, debería abandonar la carrera tras su desastrosa actuación en el debate de junio.
La campaña de Biden había estado tratando de reajustar su mensaje, describiendo a Donald Trump como un peligro para la democracia por sus continuas afirmaciones falsas sobre el fraude electoral, pero el sábado dijo que suspendía su publicidad política por ahora.
El sospechoso fue abatido por agentes del Servicio Secreto, según la agencia, después de que abriera fuego desde el tejado de un edificio a unos 140 metros del escenario donde Trump estaba hablando. El Servicio Secreto negó las acusaciones de algunos partidarios de Trump de que había rechazado las peticiones de la campaña de seguridad adicional.
“La afirmación de que un miembro del equipo de seguridad del expresidente solicitó recursos de seguridad adicionales que el Servicio Secreto o el Departamento de Seguridad Nacional rechazaron es absolutamente falsa”, dijo el vocero del Servicio Secreto, Anthony Guglielmi, en un comunicado. “De hecho, recientemente el Servicio Secreto añadió recursos y capacidades de protección al equipo de seguridad del expresidente”.
El primero en 43 años
Aunque los tiroteos son habituales en Estados Unidos, el ataque fue el primero contra un presidente o un candidato de un partido importante desde el intento de asesinato del presidente republicano Ronald Reagan en 1981.
En 2011, la entonces congresista demócrata Gabby Giffords resultó gravemente herida en un ataque contra una reunión de electores en Arizona. Steve Scalise también fue herido de gravedad en un ataque por motivos políticos en 2017 a un grupo de representantes republicanos que practicaban para un partido de beisbol benéfico.
El episodio del sábado acentuó las preocupaciones de que la violencia política estalle durante la campaña presidencial y después de las elecciones. Este temor refleja en parte la polarización del electorado, que parece dividir al país en dos bandos con visiones políticas y sociales divergentes.
Partidarios de Donald Trump irrumpieron en el Capitolio el 6 de enero de 2021, en un intento de anular el resultado electoral ante Biden. Alimentado por sus falsas afirmaciones de que su derrota fue el resultado de un fraude generalizado. Más de 100 policías resultaron heridos y cinco personas murieron.
Exigen respuestas
Horas después del ataque, el Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes, liderado por los republicanos, citó a declarar a la directora del Servicio Secreto, Kimberly Cheatle. En una audiencia prevista para el 22 de julio.
“Los estadounidenses exigen respuestas sobre el intento de asesinato del presidente Trump”, dijo el panel en un comunicado en las redes sociales.
Donald Trump, presidente entre 2017 y 2021, se impuso fácilmente a sus rivales por la nominación republicana a principios de la campaña y ha unificado en gran medida a su alrededor al partido, que había vacilado brevemente en su apoyo después de que sus partidarios atacaran el Capitolio.
El empresario y exestrella de TV enfrenta una serie de problemas legales, incluidos cuatro procesos penales separados.
A fines de mayo fue declarado culpable de intentar encubrir los pagos de dinero a una actriz porno, pero los otros tres procesos que enfrenta -incluidos dos por sus intentos de anular su derrota- se han paralizado por diversos factores. Entre ellos una decisión de la Corte Suprema a principios de este mes que le declaró parcialmente inmune a los procedimientos.