Donald Trump llegó el lunes a un tribunal de Manhattan donde comenzó la fase oral de su juicio penal, el primero contra un expresidente de Estados Unidos y que corre en paralelo con su intento de volver a ocupar la Casa Blanca tras las elecciones del 5 de noviembre.
En la causa “Pueblo del Estado de Nueva York contra Donald J. Trump”, la fiscalía de Manhattan acusa al magnate de 77 años de 34 delitos de fraude contable para encubrir el pago de 130 mil dólares a la exactriz de cine porno Stormy Daniels con el fin de silenciar un supuesto encuentro sexual ocurrido una década antes, en la recta final de la campaña de 2016 que le llevó sorpresivamente a la Presidencia.
Da inicio formal el controvertido juicio
Iniciada la sesión de este lunes, la fiscalía aseguró que el expresidente Donald Trump orquestó un “plan delictivo” para cometer “fraude electoral” en 2016, mientras la defensa rebatió que no hay “nada malo en tratar de influir en las elecciones: es democracia”.
Ambas partes presentaron hoy los alegatos orales a los 12 jurados y seis suplentes están encargados de sellar la suerte en este histórico juicio del político posiblemente más controvertido de la historia moderna del país, y quien aspira a volver a la Casa Blanca en las elecciones de noviembre.
Trump, 45º presidente de Estados Unidos, está acusado de 34 delitos de fraude contable para encubrir el pago de 130 mil dólares a la exactriz de cine porno Stormy Daniels, para silenciar un supuesto encuentro sexual ocurrido una década antes, para que no interfiriera en la recta final de la campaña de 2016 que lo llevó sorpresivamente a la Presidencia.
El magnate republicano, de 77 años, “orquestó un plan delictivo para influir en la elección presidencial de 2016”, sostuvo el fiscal Matthew Colangelo en la presentación oral de la causa en el Tribunal Supremo de Manhattan.
“Fue fraude electoral, pura y simplemente […] no se trataba de una estrategia de comunicación, sino de un plan coordinado como parte de una larga conspiración (…) para ayudar a elegir a Donald Trump”
Matthew Colangelo / fiscal de Manhattan
Sin embargo, para el abogado de la defensa, Todd Blanche, “no hay nada malo en intentar influir en unas elecciones. Se llama democracia”.
Tras decirle directamente a los miembros del jurado que Trump “es una persona como usted y como yo”, el “presidente”, zanjó, está “revestido de inocencia”.
Asimismo, agregó que la fiscalía de Manhattan “nunca debería haber realizado este juicio”, antes de arremeter contra la credibilidad de los que le acusan, en particular su exabogado personal Michael Cohen, que será uno de los testigos estrella contra el magnate.
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Los retos de la fiscalía
Durante el juicio, la acusación tendrá que demostrar que Trump orquestó, o al menos autorizó, que Cohen pusiera de su bolsillo el dinero para la exactriz Stormy Daniels, que después le fue devuelto en pagos fraccionados disfrazados como gastos legales, por lo que se declaró culpable y fue condenado a 3 años de cárcel en 2018, además de perder su licencia de abogado.
Si es declarado culpable, Trump podría ser condenado hasta cuatro años de cárcel e incluso ser despojado de su derecho a voto. Si ganara la elección de noviembre contra el aspirante demócrata, el actual presidente Joe Biden, podría convertirse también en el primer mandatario que gobierna desde una cárcel.
En la causa, la fiscalía incluye otros acuerdos similares al de Daniels para tapar otros potenciales escándalos, como el de una antigua modelo de la revista Playboy y un conserje que contó que Trump había tenido un hijo fuera del matrimonio, en un intento de demostrar que había plan.
El primer testigo en subir al estrado antes de aplazar el juicio hasta este martes a las 9:30 hora local fue David Pecker, expresidente de la empresa editora del tabloide National Enquirer, viejo amigo de Trump y ahora enemigo, que compró para enterrarlas, historias susceptibles de afectar al magnate durante su campaña electoral.
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Donald Trump dice que su juicio ante tribunal es una “interferencia electoral”
La Fiscalía y la defensa presentan los argumentos a favor y en contra de esta causa de enorme complejidad a los 12 miembros del jurado y seis suplentes, ciudadanos anónimos -por razones de seguridad- elegidos la semana pasada que se encuentran bajo una enorme presión mediática y en cuyas manos está la suerte del político posiblemente más controvertido de la historia moderna del país.
La sesión, que ya había sido acortada a la mañana debido a la Pascua judía, concluirá a las 12:30 horas locales debido a la cita con el dentista de uno de los jurados.
- Esto es una “interferencia electoral”, dijo el magnate republicano al llegar al Tribunal Supremo de Manhattan. “Es un día triste para Estados Unidos”, agregó
Si es declarado culpable, Trump podría ser condenado hasta cuatro años de cárcel e incluso ser despojado de su derecho a voto. Si ganara la elección de noviembre contra el aspirante demócrata, el actual presidente Joe Biden, podría convertirse también en el primer mandatario que gobierna desde una cárcel.
Trump se enfrentará a un juicio extraordinario
“Va a ser el juicio más extraordinario probablemente de la historia del país. Lo que está en juego es casi infinito en términos de lo que podrían ser las consecuencias” para el magnate, declaró el antiguo fiscal y actual profesor de Derecho de la Universidad Pace de Nueva York, Bennett Gershman.
La Fiscalía tendrá que demostrar que Trump orquestó o al menos autorizó a su entonces abogado personal Michael Cohen para que éste pusiera de su bolsillo el dinero para la exactriz Stormy Daniels, que después se le devolvió en pagos fraccionados disfrazados como gastos legales.
En la causa, la Fiscalía también incluye otros acuerdos similares al de Daniels para tapar otros potenciales escándalos como el de una antigua modelo de la revista Playboy y un conserje que contó que Trump había tenido un hijo fuera del matrimonio.
“Este caso es sobre el imperio de la ley y si Donald Trump lo violó”, dijo la semana pasada durante la selección del jurado uno de los fiscales, Joshua Steinglass.
Su jefe, el fiscal del Tribunal Supremo de Manhattan, Alvin Bragg, que heredó el caso de su predecesor y después de muchas dudas acusó al magnate, se trata de un caso de interferencia electoral.
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Llaman a antiguos colaboradores de Trump
Para sostener esta teoría, además de Cohen, los fiscales llamarán a declarar a otros antiguos colaboradores de Trump, y ahora enemigos.
El primero en subir al estrado será David Pecker, expresidente de la empresa editora del tabloide National Enquirer, que compró para enterrarlas, historias susceptibles de afectar al magnate durante su campaña electoral.
- “Cada día vamos a escuchar a testigos perjudiciales para Donald Trump”, pronosticó Gershman
El multimillonario republicano, que se siente víctima de una “caza de brujas” y tilda el juicio de “engaño”, se lamenta de que mientras su rival hace campaña, él debe acudir cada día a la vetusta sala del tribunal de Manhattan.
Trump, que durante su Presidencia sobrevivió a dos intentos de destitución, también se enfrenta a otras tres causas penales, dos de ellas por cargos, mucho más graves, como intentar anular su derrota electoral de 2020 y por la gestión de documentos secretos tras abandonar la presidencia, que se han retrasado tanto que es poco probable que se celebren antes de las elecciones.