El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, ignoró a sus principales asesores, incluyendo a su hija, que le recomendaban que dejara de afirmar que los demócratas le habían robado las elecciones de 2020, reveló este lunes el comité del Congreso que investiga el asalto de 2021 al Capitolio.
Exjefe de campaña del millonario republicano lo llama “ebrio”
Unas horas después del cierre de las urnas, el 3 de noviembre de 2020, Joe Biden y Donald Trump estaban empatados.
Sin embargo, poco antes de las 2:30 de la madrugada Donald Trump hizo una declaración por televisión desde la Casa Blanca. “Hemos ganado las elecciones”, dijo, a pesar de que el escrutinio no había terminado.
“Era demasiado pronto para tomar este tipo de decisión”, consideró Bill Stepien, exjefe de campaña del millonario republicano, ante este grupo de congresistas.
Nuestro corresponsal en Estados Unidos, José López Zamorano, informa que uno de los pocos que animaron al presidente a pronunciarse fue su abogado personal, Rudy Giuliani, quien según uno de los asesores del presidente que testificó ante la comisión, estaba “aparentemente ebrio”.
¿Qué más se dijo de Trump?
“Incluso antes de las elecciones, Trump decidió que, independientemente de los hechos y la verdad, si perdía los comicios, diría que estaban amañadas”, afirma Zoe Lofgren, una congresista demócrata de este grupo que busca arrojar luz sobre la responsabilidad del multimillonario republicano en el ataque a la sede del Congreso estadounidense por parte de sus simpatizantes el 6 de enero de 2021.
- El exmandatario de 76 años reaccionó en la noche, tachando la investigación de una “burla a la justicia”, en una carta de 12 páginas en la que además reiteró sus falsos alegatos de fraude en los comicios de 2020.
El panel liderado por demócratas “busca distraer al pueblo estadounidense”, escribió. “La verdad es que los estadounidenses se presentaron en Washington, DC, en grandes cantidades (…) el 6 de enero de 2021, para hacer rendir cuentas a sus funcionarios electos por las claras señales de actividad criminal a lo largo de las elecciones”, añadió a pesar del arsenal de pruebas en contra.
Donald Trump enfadado
El 7 de noviembre de 2020, justo antes de las 11:30, Joe Biden fue declarado ganador. Ese mismo día, el jefe de campaña de Donald Trump asistió a una reunión con el presidente saliente.
- “Le dijimos cuáles creíamos que eran sus posibilidades de ganar en esos momentos (….) que había tal vez un 5 o un 10% de posibilidades”, detalló Bill Stepien.
El presidente se enfadaba cada vez más, recordó Stepien, y decidió cambiar de equipo para rodearse de personas que lo apoyaran en la cruzada. Rudy Giuliani denunció “un escandaloso telón de acero de la censura”.
“Desconectado de la realidad”
Cuatro días después, el Fiscal General Bill Barr acudió a la Casa Blanca. Los dos examinaron varias veces el presunto fraude electoral presentado por Donald Trump.
“Me desmoralizó, porque me dije: es una locura, si él se cree de verdad todo esto, significa que está realmente desconectado de la realidad'”, aseguró Bill Barr, quien dimitió el 14 de diciembre.
El mes siguiente, Donald Trump y sus colaboradores siguieron difundiendo “estas mentiras” sobre el fraude electoral para recaudar dinero, afirmó la comisión.
La llamada comisión “del 6 de enero”, compuesta por siete demócratas y dos republicanos, seguirá presentando sus conclusiones sobre su año de investigación, según la cual el exinquilino de la Casa Blanca ha planificado “un intento de golpe de Estado”.
El secretario de Justicia, Merrick Garland, dijo que sigue “todas las audiencias” de esa comisión y prometió el lunes que pedirá cuentas a todos los involucrados en los hechos del 6 de enero de 2021, “sin importar su rango, su posición y sin importar si estuvieron o no” presentes en el asalto al Congreso.