El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, arremetió este viernes contra el veredicto en su contra que recibió la víspera en Nueva York. Calificó el proceso penal al que fue sometido de “muy injusto” y politizado.
“Fue muy injusto… vieron lo que le ocurrió a algunos de los testigos de nuestro lado. Literalmente los crucificaron”, afirmó Trump en un discurso en la Trump Tower de Manhattan, en el que se refirió a sus adversarios como “enfermos” y “fascistas”.
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Trump, que el jueves se convirtió en el primer expresidente de Estados Unidos condenado por un delito después de que un jurado lo halló culpable de falsificar registros comerciales, dijo el viernes que apelará el veredicto.
“Vamos a apelar esta estafa”, dijo Trump a una multitud de periodistas y simpatizantes en la Torre Trump de Nueva York.
¿Qué repercusiones políticas tendrá para Donald Trump el veredicto del jurado?
Luego del darse a conocer el veredicto del jurado en el caso del expresidente Donald Trump, desde Washington, José López Zamorano explicó con José Cárdenas que este veredicto tiene dos implicaciones:
La positiva. El veredicto es una fuerza para su narrativa de ser una persona víctima de persecución judicial. Una “cacería de brujas”, lo que le permite recaudar millones de dólares.
“Minutos después del veredicto, su campaña actualizó el sitio, poniéndolo como un prisionero político. Fue tanto el caudal de sus simpatizantes que el sitio se cayó”.
La negativa. Las encuestas que se hicieron muestran que hasta 10% de los republicanos moderados y de los independientes que se inclinan por los conservadores estarían inclinados a no apoyar a Donald Trump.
“Esto debe tener muy preocupada la campaña de Trump porque sabemos que son elecciones muy cerradas”.
Otros analistas sostienen, sin embargo, que incluso un descenso marginal en el porcentaje de apoyo a Trump podría afectar unas elecciones que se espera que se decidan en seis o siete estados disputados.
¿De qué se le acusó?
Al republicano de 77 años se le declaró culpable de 34 cargos por falsificación de documentos contables. Esto, para esconder un pago destinado a silenciar a la exactriz de cine adulto Stormy Daniels para evitar un escándalo sexual en su campaña de 2016.
En el podio, donde ofreció una rueda de prensa, lanzó durante 35 minutos una retahíla de insultos, alegaciones no confirmadas y sinsentidos, reflejo de su evidente ira.
Tras referirse a sus adversarios como “enfermos” y “fascistas”, se fue sin dejar lugar a preguntas.
Además del juicio en Nueva York, Trump enfrenta otros tres procesos penales con acusaciones más graves. Están relacionadas con sus intentos de revertir los resultados de la elección que perdió ante Joe Biden en 2020 y por el manejo de documentos clasificados que se llevó a su casa tras dejar el gobierno.
Pero no se espera que estos casos avancen a la fase de juicio antes de la elección en noviembre.
Lo que para cualquier político significaría la tumba, Trump lo ha transformado en una medalla de honor. Se compara con prisioneros políticos históricos, como Nelson Mandela, y usa estos escándalos para reforzar ante sus seguidores la teoría de la conspiración, según la cual existe un “Estado profundo” que busca coartarle la libertad.
