El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, dijo este lunes que miles de tropas rusas se estaban concentrando para una nueva ofensiva en el este, y Rusia dijo que no detendría su operación militar en Ucrania para continuar con las conversaciones de paz.
Por su parte, la inteligencia británica dijo que las fuerzas ucranianas ya habían rechazado varios ataques rusos en las regiones del este.
“Hay decenas de miles de muertos, pero incluso a pesar de esto, los rusos no están deteniendo su ofensiva”, dijo Zelenski al parlamento de Corea del Sur a través de un enlace de video.
Volodímir Zelenski también hizo un llamado a Seúl para que brinde ayuda militar a Ucrania para reforzar su lucha contra el ataque ruso.
Ucrania teme caída de Mariúpol
Las fuerzas rusas también estaban presionando para establecer el control sobre la ciudad portuaria sureña de Mariupol, el eje entre las áreas controladas por Rusia al oeste y al este de Ucrania y ya devastada por semanas de asedio y bombardeo.
Los rusos llevan semanas asediando Mariúpol, cuya captura les permitiría consolidar sus conquistas territoriales en la franja costera a lo largo del mar de Azov, conectando así las regiones del Donbás con la península de Crimea, anexionada por Moscú en 2014.
“Hoy va a ser probablemente la batalla final (en Mariúpol), ya que nuestras municiones se agotan”, escribió el lunes en Facebook la 36º brigada de la Marina, que forma parte de las fuerzas armadas de Ucrania.
“Esto implica la muerte para algunos de nosotros y el cautiverio para otros (…) No sabemos qué pasará, pero les pedimos que se acuerden [de nosotros] con una palabra amable”.
Fuerzas armadas de Ucrania
Por su parte, Oleksandr Motuzyanyk, vocero del ministerio de Defensa de Ucrania, dijo que el enemigo casi ha finalizado su preparación para un asalto en el este y el ataque empezará “muy pronto”.
“Anticipamos combates intensos que se llevarán a cabo en esos territorios en un futuro cercano. No podemos prever cuándo tendrá lugar esto. El ejército de Ucrania está listo”.
Oleksandr Motuzyanyk, vocero del ministerio ucraniano de Defensa
La invasión, que Rusia llama una “operación militar especial”, ha dejado un rastro de muerte y destrucción en Ucrania que ha provocado la condena de los países occidentales.
Rusia, tras haber retirado sus tropas de la región de Kiev y del norte de Ucrania, centra su ofensiva en el Donbás, en el este, una parte de la cual ya está controlada desde 2014 por separatistas prorrusos.
Los analistas consideran que el presidente ruso, Vladimir Putin, quiere hacerse con el control de esta región antes del desfile militar del 9 de mayo, que conmemora la victoria soviética contra los nazis.