Este lunes 1 de marzo, el príncipe Felipe, de 99 años, esposo de la reina Isabel II, abandonó el hospital King Edward VII de Londres, donde fue tratado durante casi dos semanas, para ser sometido a exámenes cardíacos en otro centro de la capital, informó el Palacio de Buckingham.
“El duque de Edimburgo fue trasladado hoy del hospital King Edward VII al St Bartholomew, donde los médicos seguirán tratándole una infección, además de realizarle pruebas y observaciones por problemas cardíacos preexistentes”, informó la casa real mediante un comunicado.
El príncipe ingresó al hospital el mes pasado después de sentirse enfermo. El malestar no estaba relacionado con el COVID-19 y las autoridades reales dijeron que solo fue por precaución.
El Palacio de Buckingham señaló que el príncipe Felipe “permanece cómodo y está respondiendo al tratamiento, pero se espera que permanezca en el hospital por lo menos hasta que termine la semana”.
El duque de Edimburgo ha requerido tratamiento hospitalario varias veces en la última década por la recurrencia de una infección de la vejiga y fue operado para despejar una arteria bloqueada del corazón luego de sufrir dolor en el pecho.
El príncipe se retiró de la vida pública en 2017 y muchos de sus roles oficiales fueron asumidos por otros miembros de la familia. En junio cumplirá 100 años.
Felipe fue visitado por el príncipe Carlos el primer sábado después de su admisión. Unos días después, su nieto, el príncipe Guillermo, dijo en un evento que el duque de Edimburgo “está bien. Lo están vigilando”.