Tras el Día de Muertos, los habitantes de Bolivia celebraron el sábado una antigua tradición arraigada en prácticas indígenas donde la gente adorna y honra calaveras, llamadas “natitas”, que creen que les traen buena fortuna y protección.
Las natitas, o calaveras, pasan la mayor parte del año en el interior de los panteones de Bolivia, pero están decoradas tradicionalmente y desfilan al cementerio una semana después del Día de Muertos, pero con la pandemia de coronavirus COVID-19, las celebraciones de este año son un poco más sombrías.
- Los devotos de calaveras se reunieron en sus casas para rendir homenaje a las calaveras.
En Bolivia, amigos y familiares adornaron las calaveras con sombreros y flores. Les dieron comida e incluso cigarrillos durante la festividad.
Se cree que esta tradición de Bolivia tiene sus raíces en la costumbre Urus Chipaya de desenterrar los cadáveres de los seres queridos en el primer aniversario de su muerte.
La Iglesia Católica Romana no respalda esta práctica con calaveras, que precede al Día de muertos, pero cuando la parroquia de los cementerios en Bolivia se negó a abrir sus puertas a los creyentes del Día de la Calavera hace 12 años, arrojaron piedras a la iglesia y rompieron todas las ventanas.
La tradición natitas es una fusión de creencias católicas e indígenas, y es practicada tradicionalmente por los grupos indígenas de Bolivia.
Las tradiciones y culturas de los aymaras, quechuas y otros grupos siguen siendo fuertes en Bolivia, donde los indígenas son mayoría en un país ubicado en el corazón de América del Sur.