Un accidente de autobús la noche del martes en Venecia fue una tragedia sin precedentes que conmocionó a Italia y al mundo. El autobús se precipitó de un puente a una altura de más de 10 metros y se incendió, lo que provocó la muerte de 21 personas, entre ellas un niño y un adolescente, y dejando heridas a otras 15.
El autobús se habría incendiado cuando el impacto dañó las baterías, toda vez que éste era eléctrico, y no a metano, como se informó en un principio, mientras que aún se desconocen las circunstancias precisas del accidente, pero se está privilegiando la hipótesis de que el conductor se desvaneció, si bien el mantenimiento de las carreteras de la península volvió a generar debate.
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Las víctimas incluían a turistas de varias nacionalidades, entre ellas ucranianos, alemanes y franceses, todavez que viajaban 40 turistas italianos y extranjeros a bordo. El autobús estaba realizando un viaje entre el centro histórico de Venecia y un camping situado en tierra firme.
Según el prefecto de Venecia, Michele di Bari, entre los muertos figuran cinco ucranianos, un italiano (el conductor) y un alemán, pero no confirmó los decesos de un francés y de un croata, anunciados anteriormente por el gobernador de la región de Véneto, Luca Zaia.
“Entre los heridos, que son 15, hay cuatro ucranianos, un alemán, un francés, un croata, dos españoles y dos austriacos”, agregó Michele di Bari, quien precisó que “todavía se tienen que identificar a cuatro” heridos más.
Por su parte, las autoridades ucranianas informaron de cuatro ucranianos muertos y de cuatro heridos.
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En tanto, las autoridades intentan identificar a las víctimas que no llevaban consigo sus papeles cruzando los datos con el registro del camping donde estaban alojadas.
El accidente tuvo un impacto devastador en la comunidad de Venecia. El alcalde de la ciudad, Luigi Brugnaro, calificó el sitio del accidente como “una escena apocalíptica”. El gobernador de la región de Véneto, Luca Zaia, dijo que el accidente fue “una tragedia de enormes proporciones”.
La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, expresó “sus profundas condolencias” a las víctimas y sus familias.
La dirección de asuntos sanitarios de Venecia inmediatamente desencadenó el plan de urgencia por flujo máximo de heridos, llamando a médicos en servicio y personal de urgencias.
“Escena apocalíptica”
Los bomberos informaron que el bus era eléctrico y no a metano, como se informó en los primeros reportes, mientras que los rescatistas tardaron varias horas en poder sacar a las víctimas y a los heridos del bus y los restos del vehículo recién pudieron ser retirados en la madrugada y el tráfico fue restablecido.
El jefe de los bomberos explicó que entre las dificultades que enfrentaron los rescatistas estuvo el hecho de que el bus fuera eléctrico y que las baterías se incendiaron con el impacto.
El alcalde de Venecia, Luigi Brugnaro, describió una “escena apocalíptica”, a la vez que las banderas de la ciudad fueron izadas a media asta.
Acusan mantenimiento mediocre
La principal hipótesis es que el conductor tuvo un desvanecimiento, según las autoridades.
Según unas imágenes captadas por una cámara de seguridad, la hipótesis del exceso de velocidad parece descartada pues el autobús circulaba con normalidad antes de caer.
Para Domenico Musicco, presidente de la Asociación de víctimas de accidentes de carretera en el trabajo, el estado de la calzada se debería cuestionar. “Es una tragedia anunciada”, declaró. “Este carril está hecho para una carretera rural, mientras que aquí necesitamos equipos de nueva generación que hubieran podido impedir que el autobús cayera”.
“El mantenimiento de las carreteras italianas es mediocre. Se invierte demasiado poco en seguridad vial. Se calcula que el 30% de los accidentes se debe a eso”, recordó.
En tanto que el accidente de este tipo más grave ocurrido en Italia se produjo el 28 de julio de 2013, cuando un bus con unas 50 personas a bordo cayó desde un viaducto en la zona de Nápoles. En esa tragedia murieron 40 personas.