Un paseo en las Bahamas estuvo a punto de convertirse en una catástrofe, luego de que un niño sufrió la mordida de un tiburón nadando en una de las atracciones del hotel Atlantis Bahamas Resort, mientras el estado del menor sería estable.
Asimismo, el establecimiento anunció el cierre del Shark Tank (tanque de tiburones) mientras se investiga el incidente y se toman las medidas necesarias para que el accidente del 15 de enero no vuelva a ocurrir.
En redes sociales, circula un video en el que se ve el momento en que el niño, de 10 años, nada para escapar del escualo, con la pierna sangrante tras recibir la mordida a la altura de la pantorrilla, mientras su padre busca sacarlo a la superficie luego de lanzarse al agua para rescatarlo.
Advertencia: el siguiente material contiene violencia e imágenes sensibles. Se recomienda discreción.
Mientras que, en otros videos difundidos a través de los mismos canales, se observaría que el tiburón nadó entre las piernas del menor, haciéndolo perder el equilibrio, para después morderlo, sin que hasta el momento se conozcan las razones de esto.
¿Qué pasó con el niño?
A la par, medios internacionales destacan que después de sacar a la víctima del tanque, fue llevada por el padre a un hospital cercano, donde recibe atención médica, sin que se sepa la seriedad de la mordida, toda vez que su estado sería grave pero estable, siendo trasladado vía aérea a otro nosocomio dos días más tarde.
Hasta el momento el hotel anunció el cierre del tanque de tiburones, donde se realizaba el programa de buceo Blue Adventures by Stuart Cove (Las Aventuras Azules de Stuart Cove), en el que el guía los acompaña mientras nadan entre tiburones, rayas y peces tropicales, toda vez que analizan medidas de protección adicionales, toda vez que los participantes entran con escafandras de vidrio y tanques de oxígeno.
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En tanto que, entre los comentarios en redes sociales, algunos cibernautas con experiencia en este tipo de inmersiones refieren que la posición de las piernas del niño, a los lados del tiburón, como si fuera a montarlo, habría podido desencadenar el ataque, como un reflejo al sentirse atrapado.