La cifra de muertos del terremoto de magnitud 7.8 que sacudió el lunes a Turquía y Siria supera los 11 mil 700 muertos, según el nuevo balance difundido este miércoles.
El número de muertos en Turquía alcanzó los 9 mil 057, anunció el presidente turco Recep Tayyip Erdogan, que visitó la ciudad de Kahramanmaras, epicentro del terremoto, y en Siria 2 mil 662 cuerpos fueron recuperados de los escombros.
Según el presidente turco, 50 mil personas resultaron heridas. Los socorristas y las autoridades sirias, por su parte, mencionaron 5 mil heridos.
“Hemos tenido dificultades al principio con los aeropuertos y en las carreteras, pero hoy estamos mejor y mañana estaremos mejor”, afirmó el jefe del Estado turco, ante las críticas y el enojo por la lentitud de la ayuda.
Nuevos rescates en Turquía y Siria tras el sismo
Los equipos de rescate en Turquía y Siria seguían rescatando el miércoles a contrarreloj a supervivientes atrapados en los escombros del potente terremoto del lunes, que dejó ya más de 11 mil 700 muertos.
Durante dos días y dos noches desde el sismo de magnitud 7.8, miles de socorristas trabajaron en temperaturas gélidas para encontrar a sobrevivientes bajo los edificios derrumbados a ambos lados de la frontera.
El responsable de la Media Luna Roja turca, Kerem Kinik, advirtió que las primeras 72 horas eran críticas en las labores de rescate, pero señaló que éstas se veían entorpecidas por las “severas condiciones meteorológicas”.
Aun así, los trabajadores de emergencia pudieron salvar el miércoles a varios niños encontrados bajo un bloque colapsado en la castigada provincia turca de Hatay, donde municipios enteros desaparecieron. Tal es el caso de una bebé recién nacida que fue rescatada entre los escombros:
Los muertos aumentan
El saldo provisional de la tragedia se eleva ya a más de 11 mil 700 personas muertas, aunque puede duplicarse si se confirman los temores de los expertos de la Organización Mundial de la Salud.
El jefe de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, dijo que el tiempo se agota para los miles de heridos y desaparecidos entre los escombros.
“¿Dónde está el Estado?”
A medida que pasan las horas, también crece la frustración y el enfado por la escasa ayuda que llega a algunas áreas situadas en zonas de difícil acceso o afectadas por los conflictos geopolíticos de la zona.
“¿Dónde está el Estado? ¿Dónde está?”, se desesperaba Ali en la ciudad turca de Kahramanmaras, en el epicentro del sismo, que todavía esperaba hallar con vida a su hermano y su sobrino.
La angustia era compartida en la localidad siria de Jindires, en una zona controlada por los rebeldes, donde “hay más gente bajo los escombros que encima de ellos”, según su residente Hassan.
“Hay alrededor de 400-500 personas atrapadas debajo de cada edificio, con sólo 10 intentando sacarlos. Y no hay máquinas”, se lamentaba.
Aisladas por el régimen de Damasco, las zonas bajo control rebelde dependen de los esfuerzos de los Cascos Blancos, voluntarios de protección civil, que imploraron ayuda a la comunidad internacional.
Además, el sismo destruyó el paso fronterizo de Bab al Hawa, por donde pasa casi toda la ayuda humanitaria desde Turquía hacia las zonas rebeldes sirias, según la ONU.
A estas súplicas se sumó el miércoles el Papa Francisco. “Animo a todos a solidarizarse con estos territorios, algunos de ellos ya martirizados por una larga guerra”, dijo el Pontífice después de su audiencia general.
Ayuda internacional
La ayuda a Siria es una cuestión delicada para numerosos países occidentales. Aunque está sancionado por Bruselas, el gobierno de Bashar al Asad hizo llegar una petición formal de ayuda a la Unión Europea, indicó Janez Lenarcic, el comisario comunitario de Gestión de Emergencias.
Según Lenarcic, su oficina instaba a los países del bloque a “responder favorablemente” a los pedidos de Damasco, pero asegurando que la ayuda “no sea desviada” por el régimen.
Por ahora, Siria cuenta principalmente con la ayuda de Rusia, su aliado. En Alepo, soldados rusos salvaron un hombre de los escombros en la noche del martes al miércoles, indicó el ministerio ruso de Defensa.
En total, 42 personas fueron rescatadas por los más de 300 soldados de Moscú que ayudan en estas labores, añadió.
En las zonas más afectadas de Turquía, los comercios estaban cerrados, no había calefacción por el corte de las líneas de gas y encontrar petróleo era complicado.
Decenas de países, desde China a Estados Unidos pasando por Ucrania o Emiratos Árabes Unidos y México, prometieron ayuda a Ankara, que empezó a recibir el martes tanto equipos de rescate como suministros de emergencia.