Una enorme tormenta de arena azotó al desierto de Atacama, Chile, en la región de Copiapó, donde desde hace tres días se han desarrollado inestables eventos meteorológicos, debido a una baja presión en el norte del país andino, que ha producido lluvias torrenciales en el desierto más seco del mundo.
El pasado jueves 17 de marzo se registraron fuertes eventos meteorológicos en la comuna de Diego de Almagro, en Chile, donde se produjeron intensas lluvias y granizadas, así como una imponente tormenta de arena, que causó severas afectaciones para las viviendas de los habitantes.
En total, unas 75 casas sufrieron daños menores tras intensas lluvias y vientos en la región de Atacama, por lo que el gobernador, Miguel Vargas, visitó las comunidades afectadas por la tormenta de arena. Incluso, la oficina meteorológica de Chile emitió una alerta para la zona.
Residentes locales capturaron numerosos videos que mostraron la tormenta de arena, mientras nubes de polvo se cernían sobre las calles. Las imágenes también capturaron la neblina naranja que cubrió diversas áreas de los pueblos aledaños, lo que causó sorpresa, asombro y miedo entre los habitantes.
De acuerdo a la Organización Meteorológica Mundial, esta inusual tormenta de arena se debió a una inestabilidad en el clima que ha causado vientos sostenidos en diversas zonas arrastrando consigo grandes cantidades de arena a varios kilómetros de distancia.
La Red Geocientífica de Chile pidió a los habitantes de la región que debido a la intensidad de las tormentas de arena permanezcan en casa con las ventanas, puertas y rejillas de ventilación cerradas; cambiar el estado del aire acondicionado para que el polvo no entre en las viviendas, no hacer ejercicio y refugiarse en lugares muy bien sellados.
Las tormentas de arena y polvo constituyen peligros meteorológicos comunes en las regiones áridas y semiáridas de Chile. En general, están causadas por tormentas o fuertes gradientes de presión asociados a ciclones que incrementan la velocidad del viento en una amplia zona.