Con 54% de las preferencias el líder del conservador Partido Popular (PP), Alberto Núñez Feijóo ganó el debate realizado este lunes de cara a las elecciones generales del 23 de julio en España (23J), contra el actual presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, por el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), quien habría obtenido el 46% de opiniones favorables.
Ello, de acuerdo con una encuesta de Sigma Dos realizada para el diario español El Mundo, donde la opinión pública le daría la victoria del único debate que mantendrán los representantes de las dos fuerzas que se disputan el Parlamento, y el gobierno, donde el político de derecha se impuso con una postura al ataque que lo habría puesto como “más preparado y líder” ante los votantes, pese a que no habría aportado mucha información respecto a su plataforma política.
Y es que, aunque el socialista Sánchez defendió la trayectoria económica de su administración, no logró asestar ningún golpe significativo, mientras que, entre quienes votaron por el PSOE en las elecciones de 2021, sólo el 22 por ciento dio el debate al actual presidente, obteniendo sólo el 6 por ciento entre quienes sufragaron en favor del PP.
Sin embargo, la imposición de Feijóo sobre Sánchez durante el debate televisado el lunes por la noche por la cadena Atresmedia fue una opinión que también compartieron otros medios de comunicación.
“A Sánchez le pesó la necesidad de ganar y el engreimiento desmedido”, escribió Josep Martí Blanch en La Vanguardia, donde agregó que “entró en todas las curvas con una marcha de más. Y por eso acabó estrellado contra sí mismo”.
Además, la posibilidad de que ninguno de los dos partidos principales obtenga la mayoría absoluta en las Cortes Generales que conforman el Parlamento están convirtiendo los comicios del 23J en una pugna ideológica entre un gobierno de derecha liderado por el PP y apoyado por el ultraderechista Vox, y el del PSOE en coalición con las fuerzas de izquierda.
A la par, los sondeos también posicionan a Feijóo y el PP como ganadores de las elecciones, que, de hacerse realidad con el Vox en coalición, sería la primera vez, desde el final de la dictadura, en que un partido de extrema derecha entra en el gobierno, lo que podría regresar a España a la democracia de la década de los setentas, sumándose además a la tendencia en Europa de volver a la derecha, como recientemente se vio en Italia.
En este sentido, incluso Sánchez intentó atacar a Feijóo durante el debate por su posible alianza con Vox, a lo que el derechista le propuso un acuerdo en el que el ganador de las elecciones gobierne en minoría y así evitar pactar con la extrema derecha o la izquierda y con partidos independentistas regionales.
De acuerdo con un sondeo de GAD3 para ABC hecho el lunes por la noche, la alianza entre el PP y Vox sumaría 180 escaños, cuatro más que el mínimo necesario para la mayoría operativa en el Congreso de los Diputados, mientras que socialistas y la plataforma de izquierda Sumar, se quedarían en 140.
Poco interés
Tras su llegada al gobierno general en 2019, con un refrendo en 2021, el 29 de mayo sorprendió al anunciar que anticiparía las elecciones generales tras la derrota de la derecha en las elecciones autonómicas y municipales de ese fin de semana, donde perdieron varias administraciones.
A ello, se suma también que, de acuerdo con un análisis del despacho Barlovento Comunicación, el debate del lunes transmitido simultáneamente por Antena 3 y laSexta, ambas de Atresmedia, tuvo tan sólo 5 millones 911 mil espectadores, la cifra más baja de audiencia en un debate electoral desde 1993, cuando se realizó el primer debate televisado. Hasta la fecha van 12 eventos de este tipo.
Incluso, la diferencia sería abismal con los primeros lugares, pues el más visto fue el del 25 de febrero de 2008, entre José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy, con 13 millones de espectadores, seguido por el del 3 de marzo de ese año, con 11.9 millones, mientras que el tercero más visto fue entre José María Aznar y Felipe González, el 31 de mayo de 1993, siendo además el primero en realizarse.
En tanto que, a la falta de convocatoria se prevé que también se sume una participación baja en las elecciones, luego de que se celebrarán el 23 de julio, en plenas vacaciones de verano y en la víspera de asuetos en algunas comunidades, además de las altas temperaturas que se han registrado en la península ibérica, pues además serán las primeras elecciones generales en la historia española en realizarse en estas fechas, toda vez que regularmente se celebran entre septiembre y diciembre, y Sánchez tenía hasta diciembre para llevarlas a cabo.