En una nueva actualización, las autoridades aumentaron a 162 la cifra de muertos, mientras los heridos se mantienen en más de 700, a causa del terremoto de magnitud 5.6 que azotó la isla de Java la mañana de este lunes, cuyos efectos se sintieron hasta la capital, Yakarta.
El gobernador de la provincia de Java Occidental, Ridwan Kamil, así como un vocero de la Regencia de Cianjur informaron sobre al alza del saldo a 162 muertes.
De igual forma, la dependencia informó de más de 2 mil viviendas dañadas, así como 5 mil habitantes evacuados. En tanto que las autoridades mantienen el número de 700 heridos, aunque advierten que éste podría ser mucho mayor.
Previamente, Ridwan Kamil informó que se había restablecido parcialmente la electricidad por la noche, pero sin especificar si esto era así gracias a generadores o porque la red eléctrica ya se había restaurado.
¿Qué sucedió en Indonesia?
De acuerdo con el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS, por sus siglas en inglés), el sismo de este lunes tuvo epicentro cerca de Cianjur, a unos 110 kilómetros al sudeste de Yakarta, con un balance previo de 46 defunciones, a las que se sumó una decena en una primera actualización dada a conocer por el gobernador de la provincia de Java Occidental, Ridwan Kamil, pero el número se elevó horas más tarde.
“Debido al gran número de personas que siguen atrapadas, consideramos que el número de personas fallecidas y heridas va a aumentar”.
Ridwan Kamil.
Asimismo, el jefe de la Administración de la ciudad de Cianjur, Herman Suherman, afirmó en televisión que se registra un flujo constante de víctimas, mientras que el hospital Sayang carece de electricidad desde el terremoto, por lo que los médicos no pueden operarlas, resaltando, a la par, la necesidad de más personal sanitario para atender a los heridos.
Mientras tanto, son los propios vecinos quienes transportan a las víctimas al nosocomio a bordo de todoterrenos y motocicletas, mientras que los cuerpos son colocados bajo una lona frente al establecimiento.
“Actualmente, nos ocupamos de las personas que se encuentran en situación de urgencia en el hospital. Las ambulancias siguen llegando al hospital desde los pueblos. Hay muchas familias en los pueblos que no pudieron ser evacuadas”.
Herman Suherman.
De igual forma, se estima que cientos, quizá miles, de casas quedaron afectadas por el sismo, mientras que diferentes comercios, un hospital y un internado islámico sufrieron importantes daños, en una urbe en la que diversos edificios se mantienen de pie, aunque con el tejado derrumbado.
Mientras, en Yakarta, siguen las evacuaciones
Por otra parte, en la capital de Indonesia, Yakarta, las autoridades mantienen su llamado a la población a mantenerse fuera de los edificios, como afirmó en rueda de prensa la directora de la Agencia de Meteorología, Climatología y Geofísica (BMKG, en indonesio), Dwikorita Karnawati, ya que podría haber réplicas.
Y es que, en la capital, donde también se sintió el movimiento telúrico, fueron muchas las personas que se apuraron entre el pánico a salir de los edificios al sentir el sismo; en Yakarta no se registran víctimas ni daños importantes.
Incluso, en Yakarta, todavía podían verse algunas personas portar cascos de protección contra las posibles caídas de restos, mientras esperaban afuera de los edificios por posibles réplicas.
Indonesia, terreno sísmico
Indonesia registra a menudo terremotos por encontrarse en el “cinturón de fuego” del Pacífico, punto de encuentro de las placas tectónicas.
En 2018, en la isla de Lombok, y su vecina Sumbawa, un violento sismo causó más de 550 muertos. Ese mismo año, otro terremoto, de magnitud 7.5, provocó un tsunami que azotó Palu, en la isla de Sulawesi, y causó la muerte o la desaparición de 4 mil 300 personas.
En 2006, la isla de Java sufrió un sismo de magnitud 6.3 en el centro. Hubo 6 mil fallecidos y decenas de miles de heridos.
Aunque el país sigue marcado por el terremoto del 26 de diciembre de 2004, de una magnitud de 9.1, frente a las costas de Sumatra.
El potente temblor desencadenó un devastador tsunami que causó la muerte de 220 mil personas en toda la región, tan sólo 170 mil de ellas en Indonesia, una de las catástrofes naturales más mortíferas jamás registradas.