La caída de un helicóptero en el distrito de Siberia, en Rusia, dejó al menos cuatro muertos y 10 heridos, según la última actualización de las autoridades, quienes inicialmente mencionaban seis decesos, toda vez que dos de las víctimas aparecieron en un hospital cercano.
“En el pueblo de Tiungur (…) el artefacto se estrelló y se incendió cuando estaba a punto de aterrizar”, indicó a través de su canal de Telegram la rama local del Ministerio de Situaciones de Emergencia de Rusia, quien de forma preliminar informó que el accidente ocurrió luego de que el helicóptero modelo Mi-8 chocó con cables eléctricos mientras descendía.
“Se suponía que estas dos personas estaban bajo los escombros, pero en realidad abandonaron la aeronave por sus propios medios y caminaron hasta el hospital en estado de shock. Sufrieron heridas leves“, indicó el servicio de prensa del ministerio, citado por la agencia de noticias Ria Novosti, respecto a los dos pasajeros dados por muertos durante el primer saldo, donde además de los seis fallecimientos se habló de nueve heridos y una persona ilesa.
A la par, la agencia Interfax apuntó que algunos de los heridos tienen quemaduras muy graves, mientras varios medios de comunicación rusos difundieron imágenes que muestran un artefacto en llamas y escombros en un terreno cubierto de hierba.
De acuerdo con la agencia de aviación civil rusa, la aeronave pertenecía a la compañía Altai Avia y transportaba a un grupo de turistas, en tanto que el comité de investigación ruso anunció en un comunicado la apertura de una investigación por “violación de las normas de seguridad y explotación en el transporte aéreo”.
Sobre accidentes aéreos
En tanto que los accidentes de aviones y helicópteros, muy utilizados en regiones remotas del país, son frecuentes en Rusia, a menudo causados por malas condiciones meteorológicas, errores de pilotaje o problemas técnicos.
Mientras que el incidente se da a dos días de que un avión bombardero de agua se estrelló en la isla de Eubea mientras ayudaba a combatir incendios forestales en Grecia, dejando dos pilotos muertos así como un hombre calcinado en la zona del choque.
Asimismo, apenas el 10 de julio un helicóptero con turistas a bordo chocó en la zona de Likkhu, en Nepal, mientras volaba por los alrededores del monte Everest, dejando un piloto y cinco turistas muertos, estos últimos de nacionalidad mexicana y pertenecientes a una misma familia, quienes se encontraban de vacaciones entre aquel país y la India.