Shanghái redujo este lunes las restricciones en algunos barrios de la metrópoli china tras las protestas por las estrictas normas contra el COVID-19, que llevaron a confinar a 25 millones de personas.
Las autoridades anunciaron que empezarán a permitir gradualmente que los habitantes de las zonas con menos casos abandonen sus domicilios, aunque no estaba claro cuántas personas podrán salir de sus casas ni cuándo.
China sigue una estricta política de “COVID cero” con el objetivo de eliminar los contagios mediante estrictos confinamientos, test masivos y restricciones a los viajes.
Shanghái ha sido sometida a algunas de las medidas más severas desde que el virus surgió en la ciudad china de Wuhan en 2019, con un confinamiento estricto que dificulta comprar comida y llevó a miles de personas a centros de cuarentena.
¿Qué pasará con las zonas de Shanghái?
Las autoridades indicaron que clasificarán las residencias de la ciudad en tres niveles en función del número de infecciones.
Las “medidas de prevención y control diferenciadas” reflejarán las “circunstancias reales” sobre el terreno, dijo el lunes un funcionario de Shanghái, Gu Honghui.
Las personas que se encuentran en “zonas de control cerradas” o “zonas de gestión controlada” seguirán confinadas en sus casas o limitadas a sus residencias.
Por su parte, las personas en las comunidades residenciales donde no se registró ningún caso en los últimos 14 días podrán salir de sus casas.
¿Qué se sabe del confinamiento?
La capital económica se convirtió en los últimos días en el epicentro de una nueva ola de contagios en China, relacionada con la variante Ómicron, que comenzó a acelerarse a principios de marzo.
Para evitar un confinamiento total, perjudicial para la economía, las autoridades municipales primero confinaron alternativamente las dos mitades de la ciudad para realizar un cribado general.
La parte occidental de Shanghái (Puxi), fue confinada el viernes, cuando el este (Pudong) debía levantar sus restricciones después de cuatro días de encierro.
El sábado 2 de abril, el ayuntamiento anunció finalmente un mantenimiento más o menos estricto de las medidas en la casi la totalidad de esta parte de Shanghái, donde se encuentran los emblemáticos rascacielos del distrito de negocios.
Esta decisión equivale a un confinamiento de facto de la ciudad más grande de China, donde están implantadas numerosas multinacionales y que representa alrededor del 4% del PIB del gigante asiático, según los analistas.
Ante el repunte epidémico, varias salas de exposición de la metrópoli fueron transformadas estos últimos días en centros de cuarentena improvisados.
Algunos padres dicen que temen que se les confine si dan positivo, y también están preocupados por sus hijos, de los que podrían ser separados, en virtud de estrictas medidas de aislamiento.