El Programa Mundial de Alimentos (PMA) de las Naciones Unidas afirmó que, este año, por lo menos 20 millones de personas se enfrentan a un riesgo de hambruna debido a la creciente sequía en Kenia, Somalia y Etiopía.
Muchos meses de sequía en el Cuerno de África han devastado los cultivos y el ganado, y obligado a muchas personas a abandonar sus hogares.
A través de un comunicado, el PMA dijo que un mes después del comienzo teórico de la estación de las lluvias, “el número de personas que pasan hambre debido a la sequía podría dispararse, pasando de la estimación actual de 14 millones a 20 millones”.
Seis millones de somalíes, es decir, casi 40% de la población, se enfrentan a niveles extremos de inseguridad alimentaria y, sin mejorar la situación, a “un riesgo muy real de hambruna en los próximos meses”, destacó el PMA.
En Kenia, 500 mil personas se encaminan hacia una crisis alimentaria, especialmente en las comunidades del norte que viven del ganado.
En Etiopía, donde la guerra ha durado 17 meses en el norte, las tasas de malnutrición en el sur y el sudeste han superado los niveles de emergencia.
Guerra de Rusia y Ucrania empeoran la situación
La situación se ve agravada por el conflicto en Ucrania, que contribuyó al aumento de los precios de los alimentos y el combustible y perturbó las cadenas de suministro.
La organización señaló que la falta de fondos en esta región del mundo podría conducir a una catástrofe y pide una financiación de 473 millones de dólares en los próximos seis meses.
En febrero, un llamamiento anterior recaudó menos del 4% de los fondos necesarios, señala. La FAO carece de más del 60% de los fondos necesarios para ayudar a los 1.5 millones de personas que esta agencia quiere apoyar en los tres países.