El Senado de Estados Unidos acordó este sábado en seguir adelante con el juicio político emprendido contra el exmandatario republicano Donald Trump, sin convocar a testigos, y con ello evitar un retraso que amenazaba con extender el procedimiento por días o incluso semanas.
Los demócratas, que ejercen como fiscales, llegaron a un acuerdo con la defensa de Donald Trump para admitir como evidencia una declaración de la congresista republicana Jamie Herrera Beutler sobre una llamada telefónica entre el líder de la minoría de la Cámara, Kevin McCarthy, y Trump el día de la toma del Capitolio por parte de los seguidores del exmandatario.
Este acuerdo abrió la vía para que comiencen los argumentos de cierre del juicio y se proceda al voto sobre si Donald Trump es responsable de los cargos por “incitación a la insurrección”, con lo que el proceso podría terminar este sábado.
La decisión de seguir con el segundo juicio político contra Donald Trump sin testigos se acordó horas después de una primera votación en la que el Senado estadounidense había votado a favor permitir citar a testigos en el juicio político contra el expresidente Donald Trump.
El llamado de testigos para comparecer en el juicio contra el polémico exmandatario habría aplazado el veredicto varios días o incluso semanas.
En dicha primera votación, que provocó momentos de confusión en la Cámara Alta, los 50 senadores demócratas y cinco republicanos, de los 100 escaños en total, votaron a favor de la moción para permitir la convocatoria de testigos en el juicio político contra Donald Trump.
El Partido Demócrata pide en el juicio político que Donald Trump se haga responsable de sus comentarios. Al exmandatario se le acusa de “incitación a la insurrección”, por el papel que jugó en el violento ataque al Capitolio, el seis de enero de este año.