Los cuerpos de, por lo menos, 90 personas han sido encontrados en un bosque cercano a la localidad de Shakahola, al este de Kenia, país en donde el chofer de un autobús desafió un río y murieron 32. De acuerdo con las investigaciones, las víctimas eran adoctrinadas en una secta religiosa en la que se les pedía hacer ayuno extremo y otras actividades que ponían en riesgo su vida para “conocer a Jesús”.
¿Quién es el líder de la secta en Kenia que pedía ayuno extremo?
El responsable de manipular a las personas es el pastor Paul Mackensie Nthenge, que antes era un taxista, pero que en 2003 fundó la Iglesia Internacional de la Buena Nueva, muy popular en Kenia por el discurso y forma de “transmitir la palabra de Dios”.
Los cuerpos, que serán sometidos a autopsias para determinar que realmente fueron víctimas por practicas de la secta, fueron hallados en fosas comunes poco profundas en donde se han encontrado pilas de hasta seis personas. La mayoría de los cuerpos inhumados han sido de menores de edad.
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La morgue local se ha visto rebasada, por lo que han pedido a la Cruz Roja apoyo para que envíen contenedores refrigerados, para el manejo adecuado de cuerpos.
El pastor que pedía a los fieles a hacer ayuno extremo se entregó a las autoridades y comparecerá ante el juez el próximos 2 de mayo y podría ser inculpado por “terrorismo”.
Número de víctimas por ayuno extremo podría aumentar
La cifra de víctimas podría aumentar, pues además se han reportado 212 personas desaparecidas y que posiblemente pertenecían a dicho culto religioso.
Otras 34 personas fueron halladas con vida pero en condiciones deplorables en el bosque.
Este balance, dentro del cual figuran niños, es provisional. Las autoridades siguen peinando un bosque de más de 300 hectáreas, cerca de la ciudad costera de Malindi, en busca de más fosas comunes.
De visita en la zona de búsqueda por esta masacre emanada de una secta de culto religioso, el ministro del Interior, Kithure Kindiki, advirtió que el balance de víctimas podría subir.
“No sabemos cuántas fosas comunes, cuántos cuerpos hallaremos”
Dijo Kindiki.
Pastor de secta en Kenia ya había sido detenido antes
Activistas acusan a las autoridades policiales y judiciales de no haber actuado antes. Paul Mackenzie Nthenge ya había sido detenido en dos ocasiones, la última vez en marzo de este año, tras un caso en el que dos niños murieron de hambre.
Pero fue liberado tras pagar una fianza de alrededor 700 dólares. La información que se ha revelado es que el otrora taxista se convirtió a “pastor”.
Este drama ha reavivado un debate sobre el control del culto religioso en Kenia, país predominantemente cristiano, donde los “pastores”, las “iglesias” y otros movimientos religiosos marginales son a menudo noticia.