Rusia afirmó este jueves que tiene a más de 6 mil prisioneros de guerra de Ucrania, confirmando que la víspera había canjeado 144 combatientes ucranianos por otros tantos rusos y separatistas prorrusos.
“El número total de militares ucranianos capturados o que se rindieron es de más de 6 mil”, declaró en un comunicado el portavoz del ministerio ruso de Defensa, Igor Konashenkov.
Por el momento, este número no se ha podido verificar de forma independiente.
Konashenkov también confirmó que Kiev y Moscú habían intercambiado 144 prisioneros el pasado miércoles, como lo había anunciado el gobierno ucraniano. Se trata del mayor canje desde el inicio de la ofensiva, a finales de febrero.
“Casi todos (los combatientes rusos y prorrusos) que fueron liberados están heridos o heridos graves. Ya están recibiendo los cuidados médicos necesarios”, declaró Konashenkov.
Por su parte, el ejército ucraniano saludó este jueves la “liberación de un territorio estratégico” luego de que Rusia anunció la retirada de sus fuerzas la isla de las Serpientes, en el mar Negro, ocupada desde los primeros días de la invasión rusa en Ucrania.
“Doy las gracias a los defensores de la región de Odesa que han hecho todo lo posible por liberar un territorio estratégicamente importante”, dijo en Telegram el comandante en jefe de las fuerzas armadas ucranianas, Valeriï Zalujniï.
Rusia endurece legislación contra medios extranjeros
Diputados rusos aprobaron este jueves una ley que permite cerrar los medios de comunicación de países considerados “hostiles” o suspender a los medios rusos acusados de difundir informaciones falsas sobre el conflicto en Ucrania.
El texto otorga a la fiscalía el derecho de “prohibir o limitar las actividades en Rusia” de medios de prensa de países extranjeros cuyos gobiernos se han mostrado “hostiles” con los medios rusos, según el sitio de internet de la cámara baja del Parlamento.
El texto es presentado como una medida de represalias, ya que numerosos países occidentales prohibieron en sus territorios la difusión de medios rusos, como la cadena de información estatal rusa en varias lenguas RT, acusada de ser un instrumento de “desinformación” del Kremlin.