En su primer discurso como rey de Reino Unido, Carlos III prometió servir toda su vida a los británicos, así como lo hizo su fallecida madre Isabel II.
“Les prometo que les serviré con respeto y lealtad. Debemos recordar la fortaleza del ejemplo (de la reina Isabel II), a nombre de toda mi familia, quiero ofrecer mi más profundo agradecimiento a todos los que nos han dado condolencias y apoyo”, dijo desde el Palacio de Buckingham, en Londres.
Además, le dedicó un emotivo mensaje a su madre:
“A mi mamá, ahora que das inicio a tu último viaje para unirte a papá, lo único que quiero decirte es gracias por tu amor, devoción a nuestra familia y familia de naciones que serviste con diligencia en tantos años. Que los ángeles te acompañen y te lleven a tu descanso”.
El monarca destacó que su vida cambiará, pero que lo hará con el total apoyo de su familia y su esposa Camila.
“Cuento con el apoyo de mi amada esposa Camila. Quiero hacer el reconocimiento del servicio que ha dado en 17 años de matrimonio y como reina consorte estará a la altura de los deberes”.
Carlos III explicó que su hijo Guillermo asumirá los títulos de Escocia y será el príncipe de Gales.
“Un título que me ha honrado ostentar tanto tiempo de mi vida, con Catalina a su lado, seguirán siendo una fuente de inspiración”.
También le dedicó un mensaje a su otro hijo, Harry.
“Amor a Harry y a Meghan, que siguen adelante con su vida, en poco tiempo nos reuniremos como comunidad global para los funerales de mi amada madre”.
Destacó que no podrá seguir con sus obras de caridad, pero destacó que dicha labor quedará en manos de quienes confía profundamente.
Miles de personas recibieron este viernes al rey Carlos III cuando llegó al Palacio de Buckingham, en Londres, donde se izó por primera vez el estandarte real en su honor y el nuevo monarca dio un largo paseo saludando a la multitud.
Carlos voló a Londres desde Escocia, tras pasar la noche en el castillo de Balmoral, donde murió su madre Isabel II. Llegó en coche oficial al palacio, donde estrechó la mano de muchos presentes entre gritos de: “¡Dios salve al rey!”.