Reino Unido registró este sábado 313 muertes por COVID-19, con lo cual el balance de muertes desde el inicio de la pandemia del coronavirus en el país se eleva a 150 mil 57, según datos oficiales.
Sometido desde hace algunas semanas a contaminaciones récord debido a la variante Ómicron, Reino Unido -uno de los más enlutados de Europa– ha pasado así una cifra simbólica.
En las últimas 24 horas, se señalaron además 146 mil 390 nuevos contagios de COVID-19, una cifra en repliegue desde el récord del pasado martes, en momentos en que los hospitales de Reino Unido están bajo presión por la variante Ómicron, sumamente contagiosa.
Aunque el número de personas en los hospitales es por el momento menor (18 mil 454 personas el sábado) que en las anteriores olas de contagios, la presión sobre el sistema de salud de Reino Unido sigue siendo muy fuerte.
Según el servicio de salud de Inglaterra, NHS England, más de 39 mil ausencias de personal hospitalario -aislados por estar infectados por el coronavirus o estar en contacto- se registraron el 2 de enero, es decir, 59% más en una semana y el triple con respecto a principios de diciembre.
Esto incluye más de 4 mil 700 ausencias en Londres, que fue el epicentro de la nueva ola de contaminación debido a la variante Ómicron.
El viernes, el gobierno de Reino Unido anunció que varios centenares de militares se desplegaron para reforzar los hospitales y los servicios de ambulancia británicos para paliar este ausentismo creciente.
Por el momento, el primer ministro de Reino Unido, Boris Johnson, se ha negado a imponer nuevas restricciones con el fin de limitar la propagación del virus -además del teletrabajo y del uso del cubrebocas ya existentes-, apostando por la detección y la campaña de vacunación para detener los contagios de COVID-19.
Esta última ya ha permitido administrar dos dosis al 82% de los mayores de 12 años en Reino Unido.