Heredero del régimen socialista original, Raúl Castro, secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, presidió este viernes, a puerta cerrada, su último congreso que marca así la salida y jubilación del líder revolucionario, y el ascenso de una “nueva generación” tras casi 70 años de control.
El primer secretario del Partido Comunista, llamó a un “diálogo respetuoso” entre Cuba y Estados Unidos, en su último gran discurso como dirigente máximo del país.
“Ratifico desde este congreso del Partido la voluntad de desarrollar un diálogo respetuoso y edificar un nuevo tipo de relación con los Estados Unidos, sin renunciar a los principios de la revolución y el socialismo”,
Dijo en el primer día del octavo congreso del gobernante Partido Comunista.
Se trata de una jornada más que histórica para la caribeña Cuba, pues Raúl Castro es el hermano de Fidel Castro, comandante en jefe de la Revolución Cubana, quien gobernó la isla por 50 años, además de que la familia Castro es fundamental para comprender el destino histórico y actual de la nación.
Las últimas palabras
- La política económica interna y la política externa podrían modificarse levemente tras esta salida.
- Raúl Castro cede el poder de Cuba a una generación más joven, “llena de pasión y espíritu antiimperialista”.
En su discurso de apertura, Raúl Castro, de 89 años, dijo tener la satisfacción de entregar el liderazgo a un grupo de leales al partido que tenían décadas de experiencia abriéndose camino en rangos. Bien se sabe que Miguel Díaz-Canel, actual presidente cubano, no es un improvisado, sino un fiel a los Castro.
El hombre que se jubila esta jornada, comentó:
“Creo fervientemente en la fuerza, ejemplaridad y comprensión de mis compatriotas. Mientras viva, estaré listo, con el pie en los estribos, para defender la patria, revolución y socialismo”.
En uno de los videos difundido en redes sociales, aparecieron 300 delegados del Partido Comunista de Cuba, que llegaron de las provincias del país, en un largo aplauso al momento en que Raúl Castro ingresó con su uniforme militar, seguido por su sucesor designado, el presidente Miguel Díaz-Canel, de 60 años.