Quema de coches, múltiples explosiones y violentos enfrentamientos marcaron una protesta contra los embalses de riego en Francia. Los incidentes se produjeron este sábado en el municipio de Sainte-Soline, a unos 400 km al suroeste de París.
Varios manifestantes y gendarmes resultaron heridos, algunos de gravedad. La manifestación contra los embalses de riego, denunciados por acaparar el agua al servicio del agronegocio, incrementa la tensión social de Francia, convulsionada desde hace semanas por las protestas y las huelgas contra la reforma del sistema de pensiones.
Quema de coches y violentos enfrentamientos marcan protesta en Francia
La protesta ecologista en Francia no había sido autorizada por la prefectura, congregó a unas 6 mil personas, según las autoridades, y 25 mil, de acuerdo con los organizadores.
“Entre los manifestantes tratados por los equipos médicos hay dos heridos graves, uno de ellos con traumatismo craneal”
Indicaron las autoridades
Entre los gendarmes hay 16 heridos, seis de los cuales fueron hospitalizados en tanto que otro, con graves lesiones, deberá ser evacuado por helicóptero, precisó la misma fuente.
Según el movimiento ecologista Soulèvements de la Terre (Levantamientos de la Tierra), los choques dejaron “varias decenas de heridos graves” entre los manifestantes, tres de ellos en estado de “emergencia vital”.
Una diputada del partido de izquierda LFI, Manon Meunier, indicó que dos heridos tienen el pronóstico vital comprometido, pero esa información no ha sido confirmada por las autoridades.
“Yo vi al menos a 30 personas heridas y hay más. Algunos habían perdido el conocimiento y a otros les sangraba la cabeza”
Dijo poco antes Claire Auger, una maestra, que les prestó auxilio
El ministerio del Interior movilizó a 3 mil 200 gendarmes y policías, dos veces más que en una anterior manifestación en octubre.
En los alrededores del embalse se produjeron múltiples explosiones y varios vehículos de la gendarmería fueron alcanzados.
La mayoría de los participantes en la marcha, no obstante, se manifestaron pacíficamente.
“Mientras el país se alza para defender las pensiones, nosotros iremos en paralelo a defender el agua”, dijeron los organizadores del acto.
Estas embalses almacenan el agua extraída de las capas freáticas durante la estación lluviosa y la conservan al aire libre para fines de irrigación en caso de sequía o restricciones del consumo de agua.
Según sus defensores, son indispensables para regar los campos ante el calentamiento climático pero, para sus detractores, sirven para que la agroindustria acapare el agua, en detrimento de los pequeños productores.
La construcción del embalse de Sainte-Soline tiene un costo de 70 millones de euros (75 millones dólares), financiados a un 70% por fondos públicos con la condición de que se utilicen métodos agroecológicos.