Mitch McConnell, líder de la mayoría del Partido Republicano en el Senado de Estados Unidos, dijo que esa cámara legislativa esperará hasta el próximo miércoles 20 de enero para llevar a juicio político al presidente saliente Donald Trump, luego de que la Cámara de Representantes (diputados) aprobó iniciar ese proyecto contra el mandatario.
- Esto, a fin de que Donald Trump tenga un juicio político como ciudadano común y no como presidente.
El Senado de Estados Unidos no puede llevar a cabo un juicio político “justo o serio” al presidente Donald Trump en los pocos días que restan antes de que deje el cargo, anotó Mitch McConnell: “De acuerdo con las reglas, procedimientos y precedentes, simplemente no hay posibilidad de que un juicio justo o serio pueda terminar antes de que” Donald Trump deje la Casa Blanca.
“Incluso si el proceso comenzara esta semana y se moviera velozmente, no habrá un veredicto del juicio político hasta que el presidente (Donald Trump) haya dejado el cargo. No llamaré a sesión extraordinaria antes del 19 de enero, cuando está previsto que el Senado vuelva a sesionar”.
Donald Trump y el juicio político
- El anuncio de Mitch McConnell es un revés republicano contra Donald Trump.
- Aún hay muchos legisladores republicanos que lo apoyan en el juicio político.
Mitch McConnell ha sido a lo largo de los últimos cuatro años uno de los más fieles a Donald Trump desde el Senado, pero comentó que considera fundamentadas las acusaciones de “incitación a la insurrección” que el Partido Demócrata planteó en la Cámara de Representantes para iniciar con el proceso de juicio político contra el empresario neoyorquino.
Una condena en el Senado podría inhabilitar a Donald Trump a postularse nuevamente en 2024, un alivio para muchos republicanos que quieren dar vuelta de página a la era Trump. Mitch McConnell cumplió fielmente la agenda de Donald Trump y ayudó a asegurar su absolución después de su primer juicio político por parte de la Cámara de Representantes en diciembre de 2019.
Sin embargo, Mitch McConnell discrepó públicamente con los intentos de Donald Trump de revocar resultados electorales. La semana pasada, McConnell argumentó apasionadamente que la medida marcaría una “espiral de muerte” para la democracia estadounidense y se dispone a perder el control del Senado ante los demócratas, que la semana pasada ganaron una doble segunda vuelta en Georgia.