El jefe de la diplomacia de la Unión Europea (UE), Josep Borrell, formuló este martes un llamado por un rápido retorno de la estabilidad institucional en Túnez, luego de la suspensión de la actividad parlamentaria en ese país por parte del presidente que se atribuyó poderes ejecutivos.
“Pedimos el restablecimiento de la estabilidad institucional lo antes posible y, en particular, la reanudación de la actividad parlamentaria, el respeto de los derechos fundamentales y la abstención de toda forma de violencia” en Túnez, apuntó Borrell en un comunicado.
En la nota, el diplomático español señaló que la UE “sigue los acontecimientos en Túnez con la mayor atención”.
“Las raíces democráticas del país, el respeto del Estado de derecho, la Constitución y el marco legislativo deben preservarse sin dejar de estar atentos a los deseos y aspiraciones del pueblo tunecino”, añadió Borrell.
¿Qué pasa en Túnez?
Túnez se sumergió en una crisis política en los últimos días, que se agudizó el domingo con la suspensión de las actividades del Parlamento, una decisión del presidente Kais Saied que provocó protestas en todo el país.
El lunes, la oficina de Saied anunció en un comunicado la destitución de Ibrahim Bartaji, ministro de Defensa, y de Hasna Ben Slimane, que era portavoz del gobierno, ministro de la Función Pública y ministro interino de Justicia.
El partido gobernante, Ennahdha, de orientación islamista, criticó duramente la medida de Saied, que denunció como “un golpe de Estado contra la revolución y contra la Constitución”.
En su comunicado de este lunes, Borrell señaló que “continuaremos siguiendo de cerca el desarrollo de la situación mientras recordamos el considerable apoyo de la UE y sus Estados miembros a Túnez en el contexto de una gran pandemia y crisis económica”.
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Preocupación internacional
En el extranjero, Turquía, aliada de Ennahdha, pidió que se restaure la “legitimidad democrática” y Alemania reclamó el “regreso del orden constitucional lo más rápidamente posible”.
Francia pidió a Túnez “un retorno, lo más pronto posible, a un funcionamiento normal de las instituciones” y exigió que se evite cualquier tipo de respuesta violenta.
Estados Unidos se mostró “preocupado” y pidió “respeto de los principios democráticos”.
El temor a un retroceso de las libertades se acentuó tras el cierre el lunes por parte de la policía de las oficinas de la cadena catarí Al Jazeera en la capital. Una decisión tomada sin mandato judicial y criticada por Amnistía Internacional y Reporteros Sin Fronteras.
La presidencia también anunció una ampliación del toque de queda nocturno, inicialmente establecido para reducir los casos de COVID-19, que ahora empezará a partir de las 19:00 y durará hasta las 06:00, hora local.
Además, se prohibieron las reuniones en la calle de más de tres personas y se dieron dos días de fiesta a los funcionarios.
Varios centenares de simpatizantes de Saied y de Ennahdha se enfrentaron este lunes con piedras y botellas delante del parlamento, en la ciudad de Túnez.
Rached Ghannouchi, jefe de Ennahdha y presidente del parlamento, llamó a la movilización y estuvo casi 12 horas frente a la puerta cerrada del parlamento, al que no pudo acceder porque los militares desplegados para custodiar la cámara se lo impidieron.
Estas medidas buscan “cambiar la naturaleza del régimen político en Túnez y transformarlo de un régimen democrático parlamentario en un régimen presidencial, individual y autoritario”, consideró Ghannouchi en una declaración publicada en la página oficial de Ennahdha.