El presidente ruso, Vladimir Putin, firmó este miércoles la ley de anexión de cuatro regiones ucranianas y los decretos por los que se nombra formalmente a los dirigentes que Moscú ya había establecido allí.
Los textos firmados por Putin estipulan que las regiones de Donetsk, Lugansk, Jersón y Zaporiyia son aceptadas “dentro de la Federación de Rusia de conformidad con la Constitución” del país.
¿Qué pasa en Ucrania?
Mientras las fuerzas rusas se reagrupan tras ser repelidas de sus posiciones en el noreste, equipos ucranianos de artillería están decididos a no permitir que construyan un nuevo frente defensivo.
En los seis meses desde que Rusia ocupó gran parte del este de Ucrania, la guerra ha estado dominada por un duelo de artillería en la que los defensores ucranianos se vieron a menudo superados.
Pero el mes pasado, en la región nororiental de Járkov, Ucrania dio un vuelco a la batalla con una serie de ofensivas dirigidas por tanques e infantería, en las que las fuerzas de Kiev flanquearon y aislaron los bastiones rusos antes de obligarlos a retirarse.
La artillería sigue desempeñando un papel crucial, con artilleros de unidades como la 14ª Brigada Mecanizada que salen de su cobertura a lanzar salvas de proyectiles y cohetes para hostigar a las unidades rusas detrás de la línea del frente.
El entorno del presidente ruso, Vladimir Putin, culpa a Occidente de sus últimas derrotas, argumentando que el ejército ruso enfrenta a un ejército mercenario con un enorme arsenal de armamento de la OTAN.
Pero este martes, la unidad ucraniana de artillería que opera en el este de Járkov portaba un arma que ha estado en uso en los ejércitos soviéticos y postsoviéticos desde 1963, un lanzador de cohetes múltiples BM-21 Grad montado en un camión Ural.