Protestas en Perú dejan 3 personas muertas y al menos otras tres resultaron heridas durante el sábado contra el presidente Manuel Merino en medio de un creciente rechazo popular contra el Gobierno de transición, que defendió el cambio “constitucional” y la destitución de Martín Vizcarra.
Los manifestantes abarrotaron la céntrica Plaza San Martín de Lima para protestar por sexta jornada consecutiva, en eventos que se replicaron en otras ciudades del país. El jueves último, la capital vivió una de las manifestaciones más grandes en dos décadas que dejó decenas de heridos tras choques con la policía.
Las protestas en Perú eran pacíficas, pero en la noche y a unas cuadras de la Plaza San Martín, algunos manifestantes encapuchados que buscaban ingresar a una avenida que conduce al Congreso comenzaron a lanzar piedras y bombardas contra una barrera de la policía que en respuesta lanzó bombas lacrimógenas.
Una ambulancia de paramédicos llegó cerca de la zona de enfrentamiento para atender a personas afectadas por gases y a algunos heridos, según reportes de la prensa local.
Alberto Huerta, jefe de la oficina de Lima de la Defensoría del Pueblo, dijo a periodistas que un joven de 25 años aún no identificado llegó cadáver al Hospital Guillermo Almenara, con heridas en la cara y cuello, mientras que otras tres personas que habían participado en la protesta presentaban heridas.
La estatal EsSalud precisó en un comunicado que la víctima ingresó al hospital “por heridas de proyectil de arma de fuego”. La muerte de la segunda persona, un joven de 24 años, fue confirmada a periodistas por sus padres al salir de un hospital.
El primer ministro, Ántero Flores-Aráoz, afirmó más temprano que la destitución el lunes de Vizcarra por parte del Congreso dominado por la oposición fue legal y que por eso Merino no planea renunciar como piden las personas de las protestas en Perú.
“Aquí hubo un cambio constitucional”, dijo Flores-Aráoz a periodistas tras alegar que el Congreso unicameral usó la facultad de declarar la vacancia del Vizcarra “por incapacidad moral” en medio de denuncias de corrupción.
Seis días de protestas en Perú
Perú vivió el sábado otra jornada de protestas con marchas y cacerolazos en rechazo al gobierno de Manuel Merino, el jefe del Congreso que asumió como presidente el martes luego de que el Parlamento destituyera a Martín Vizcarra en un polémico juicio relámpago.
La mayor marcha atrajo en Lima a miles de personas que convergieron desde distintos puntos de la capital en la plaza San Martín, epicentro de protestas en la zona histórica de la ciudad.
La policía recurrió otra vez a gases lacrimógenos y gases pimienta lanzados desde helicópteros para dispersar a manifestantes que amenazaban con marchar hacia la sede del Congreso.
Los jóvenes llevaban carteles con lemas como “Merino, no eres mi presidente”, “Merino impostor”, “Perú despertó”, y avanzaron por las calles al ritmo de batucadas y cánticos.
Las autoridades municipales de Lima, cuyo alcalde pertenece al mismo partido que Merino, Acción Popular (centroderecha), apagaron el alumbrado público de la plaza San Martín cuando el recinto se colmaba. La señal de internet también se apagó para evitar comunicaciones.
Merino no se va
El primer ministro, Antero Flores Aráoz, un político conservador de viejo cuño de 78 años, descartó que el presidente vaya a dar un paso al costado por las protestas.
“No ha considerado dar un paso al costado porque millones de peruanos lo respaldan, lamentablemente están en sus casas. No los invitaría a salir”
Dijo el alto funcionario.
Merino debe completar el actual mandato, que expira el 28 de julio de 2021 luego de las elecciones del 11 de abril.
Desde el martes, miles de personas han salido a las calles de Lima y otras ciudades en defensa de Vizcarra, un político sin partido ni bancada en el Congreso pero muy popular, y para protestar contra el gobierno de Merino, cuya legalidad y legitimidad cuestionan.
El Congreso destituyó a Vizcarra el lunes bajo la acusación de “incapacidad moral” a raíz de una investigación fiscal por dos presuntas coimas de 600 mil dólares cuando era gobernador de la región de Moquegua en 2014. El exmandatario lo niega.