Prayut Chan–o–cha, primer ministro de Tailandia, dejó el martes a periodistas sorprendidos y divertidos cuando interrumpió su propia conferencia de prensa para rociarlos con desinfectante de manos en un intento por evitar preguntas incómodas, no sólo relacionadas con el coronavirus (COVID-19), sino con la coyuntura política.
En este sentido, Prayut Chan–o–cha se frustró cuando se le preguntó sobre una lista de posibles candidatos para puestos vacantes en el gabinete de Tailandia, tras el encarcelamiento, la semana pasada, de tres ministros por insurrección durante unas protestas golpistas que tuvieron lugar hace siete años en la nación de Asia.
Durante la conferencia, el funcionario comentó:
“¿Hay algo más que preguntar? No lo sé, no lo he visto. ¿No es algo que el primer ministro (de Tailandia) debería saber primero?”
¡Hora del desinfectante!
En la sesión informativa en vivo, Prayut Chan–o–cha abandonó el podio, tomó una botella de desinfectante, se acercó casualmente a los periodistas y roció a cada uno de ellos mientras sostenía una máscara quirúrgica frente a su cara, por lo que desató críticas por evadir el tema, y risas por lo improvisado de su resolución.
Prayut Chan–o–cha es un exlíder militar golpista, conocido por sus comentarios casuales y cómicos a los medios, y a menudo arremete contra reporteros de Tailandia. Más tarde fue filmado hablando con el mismo grupo de periodistas y luciendo cada vez más molesto, mientras rociaba con movimientos de mano antes de alejarse.
Tailandia, bajo mano dura
- A fines de febrero, se vivieron manifestaciones ciudadanas en Tailandia
- 16 personas resultaron heridas afuera de la residencia de Prayut Chan–o–cha
En días recientes, la policía de Tailandia disparó balas de goma, cañones de agua y gases lacrimógenos a personas prodemocracia en Bangkok, frente a la residencia del primer ministro. Alrededor de dos mil ciudadanos protestaron delante de un antiguo cuartel donde vive Prayut Chan–o–cha, exjefe militar, cuya dimisión es exigida.
- Delante de la entrada del cuartel, se produjeron enfrentamientos entre agentes antidisturbios y manifestantes, que lanzaron piedras, ladrillos y botellas de vidrio contra policías.