Al menos 11 personas murieron, en su mayoría jóvenes que fueron baleados, y cientos más están heridas tras las protestas contra la violencia policial que estremecieron Bogotá, Colombia.
Nunca antes la policía había sido el foco de la ira social en Colombia. La institución, que está en la órbita del Ministerio de Defensa y que gozó de popularidad durante el conflicto armado, cometió abusos en las protestas de 2019 que se agravaron, según expertos, durante la pandemia.
La muerte de Javier Ordoñez, el abuso policial que indigna a Colombia
El descontento comenzó tras viralizarse el miércoles un video que muestra como Javier Ordoñez, de 43 años, es sometido con abuso por dos policías y, ya en el suelo, uno de los agentes le propina varias descargas con un arma eléctricas pese a sus súplicas.
Ordóñez, que según su familia fue detenido cuando salía a comprar licor, murió tras ser llevado a un puesto policial en circunstancias que son investigadas.
Este tipo de episodio de brutalidad policial que son comunes en Estados Unidos, llegó a Colombia y desató fuertes manifestaciones contra los uniformados que, según la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, opositora al gobierno, recurrieron al “uso indiscriminado” de la fuerza y armas de fuego durante las protestas.
“Esto iba a explotar en algún momento: la gente desconfía abiertamente de la policía y la policía tiene la noción de que su enemigo es la ciudadanía que sale a manifestarse”, sostiene la politóloga Sandra Borda, autora de estudios sobre la protesta social.
Exigen reformas a la policía en Colombia
Según la experta, la policía “tiene un altísimo grado de militarización” por cuenta del largo conflicto con las guerrillas y la lucha antinarcóticos, desdibujando su papel protector.
En los últimos seis años ha crecido el rechazo hacia la institución. La imagen negativa pasó de 40% en promedio a 57% en agosto de 2020, según la encuestadora Invamer.
Y la pandemia pudo ser un detonante de la crisis de confianza que enfrenta, sostienen analistas.
Datos oficiales recabados por Cancino muestran que en 2019 la policía retuvo transitoriamente a 940 personas, mientras que entre marzo y mayo de 2020 los detenidos fueron 7 mil 791.
No obstante, la policía sigue contando con el respaldo del gobierno nacional si bien decidió suspender a los policías que detuvieron a Ordóñez.
“A este gobierno le cuesta trabajo generar empatía con las víctimas y sale más bien a darle un espaldarazo a la institución policial”, sostiene Borda. Este apoyo “envalentona” a los policías que están enfrentando las protestas de “jóvenes de barrios marginales” desempleados por la pandemia, agrega.
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Sin embargo, desde la alcaldía y la academia crece un movimiento que exige reformas al organismo policial, compuesto por 160 mil efectivos en un país de casi 50 millones de habitantes.
De entrada “no debería pertenecer” al ministerio de Defensa, que pide resultados como si la “policía combatiera enemigos”, cuando en realidad “trata con ciudadanos”, dijo a la AFP Sebastián Lalinde, quien investigó este tema para la ONG Dejusticia.
“La manera como la policía actúa incide en la forma como la gente se comporta. Cuando la policía respeta derechos, eso hace que la gente cometa menos delitos”, concluye.