Brasil recibió el Año Nuevo con la famosa playa de Copacabana de Río de Janeiro casi vacía, ya que la policía impidió las tradicionales aglomeraciones festivas por la pandemia del coronavirus.
Río suele acoger una de las mayores fiestas de Fin de Año del mundo, pero las autoridades cancelaron las celebraciones de este año debido al fuerte impacto del COVID en el país.
La pandemia no impidió, sin embargo, que los cariocas iluminaran a medianoche su icónico cielo con fuegos artificiales lanzados por ellos mismos.
Las celebraciones de Año Nuevo fueron esencialmente tranquilas en todo Brasil, aunque pudieron verse algunas aglomeraciones de juerguistas sin tapabocas en playas y discotecas de algunas zonas.