Nuevos enfrentamientos se produjeron este viernes 20 de enero en medio de las manifestaciones en Lima, Perú, y en otras regiones del país contra la presidenta Dina Boluarte, que no dan tregua pese a los 45 muertos que han dejado desde su inicio en diciembre.
La jornada violenta de protestas fue focalizada en Lima, Arequipa, y en la región de Puno, en donde hubo mayores destrozos.
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En Puno se incendió una comisaría y se causaron destrozos en un centro de atención binacional en la frontera de Perú con Bolivia, el tercer punto más importante de entrada y salida de extranjeros.
En el centro binacional había poca presencial policial, por lo que terminó destrozado en su totalidad.
Además, este viernes se intentó nuevamente tomar los aeropuertos de Juliaca y de Arequipa. Manifestantes intentaron infructuosamente entrar a las instalaciones de las terminales aéreas, siendo replegados por policías.
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En Cusco hubo problemas en el traslado hacia la histórica ciudadela de Machu Picchu porque los manifestantes destrozaron parte de la vía férrea, por lo que los turistas tampoco pueden salir.
En Lima, donde se registraron nuevamente enfrentamientos entre policías y manifestantes, se tiene el registro de un edificio totalmente quemado, cuyo fuego fue sofocado apenas este viernes.
El gobierno declaró el jueves el estado de emergencia en siete de las 25 regiones del país -incluyendo la capital y zonas del norte y sur del país- hasta mediados de febrero, habilitando así la intervención militar junto a la policía para controlar el orden público.
