Izzy estaba tan escuálida que apenas se tenía de pie cuando fue encontrada junto a otros cachorros en un descampado de Qatar, un rico país del Golfo donde muchos animales domésticos fueron abandonados en plena crisis del nuevo coronavirus.
Nacida de un cruce entre varias razas, esta perrita estuvo a punto de morir antes de ser adoptada por una familia que vive en Alemania.
Muchas otras mascotas tuvieron menos suerte. Con la desaceleración económica causada por la pandemia, muchas familias expatriadas podrían irse del país, abandonando a sus animales.
“Contábamos con una ola de llamadas de ayuda. Ya hemos recibido algunas”, confirmó Alison Caldwell, cofundadora del refugio para animales Paws (patas en inglés), que salvó a Izzy.
Los animales callejeros están expuestos a muchos peligros, a los que en Qatar se añaden las temperaturas de verano que alcanzan los 50 grados.
En los primeros días de la epidemia, Paws fue testigo de un aumento del número de abandonos, porque algunas familias temían que sus animales fueran un foco de infección. Otros quedaron solos cuando sus dueños enfermaron.
Desde marzo, el virus ha matado a 113 personas en Qatar sobre los 95 mil contagios registrados. El país cuenta con 2.75 millones de habitantes.
“Ya hemos tenido una pequeña afluencia, pero no hay nada que podamos realmente hacer”, lamenta Alison Caldwell. Paws calcula que hay decenas de miles de animales callejeros en Catar.
“Amigos de vuelo”
Izzy fue adoptada en abril por una familia alemana que leyó su historia en la página de Facebook de Paws. Pero con la repentina suspensión del tráfico aéreo, impuesta para frenar la propagación del coronavirus, los perros adoptados en el extranjero siguen bloqueados en Qatar.
Desde su vivienda cercana a Bremen, en el norte de Alemania, Christina Fuehrer dice que está esperando a que se reanuden los vuelos para que Izzy pueda venir. Mientras tanto, la perra vive temporalmente con una familia de acogida.
“Hemos decidido que sería algo bueno para hacer este verano, porque evidentemente no vamos a ninguna parte”, declaró Julie Melville, quien acogió a Izzy.
Paws utiliza “amigos de vuelo”, pasajeros voluntarios que transportan un animal como suplemento de equipaje, para llevarlo a donde vive la familia adoptiva.
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