Por si la crisis de agua en algunas partes el mundo resultara poco, expertos advierten del riesgo que corre el Patrimonio Mundial de la Humanidad, y es que sitios como Mohenjo Daro, en Pakistán, o Machu Picchu, en Perú, ya han tenido que enfrentarse a lluvias fuera de lo normal.
Y es que, al respecto, la iniciativa World Weather Attribution (WWA) afirmó que el cambio climático habría agravado la potencia de las precipitaciones, en referencia a la temporada de lluvias en Pakistán entre junio y septiembre de este año, donde las inundaciones prácticamente convirtieron el sur del país en un gigantesco lago.
¿Por qué el cambio climático amenaza el Patrimonio Mundial de la Humanidad?
Aunque podría parecer algo aislado, entre las cosas más afectadas por el cambio climático ya es el Patrimonio Mundial de la Humanidad, y es que entre los efectos del primero destacan las lluvias, temperaturas e incendios fuera de lo normal, que además cambian las condiciones en que se encuentran los puntos enlistados por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, conocida abreviadamente (Unesco, por sus siglas en inglés).
- El Patrimonio Mundial de la Humanidad reconoce MIl 154 sitios: 897 son bienes culturales, 218 son zonas naturales y 39, una mezcla de ambos
En este sentido, la WWA puntualizó la posibilidad de que las fuertes lluvias registradas entre junio y septiembre de este año en Pakistán se deban precisamente al cambio climático, pues entre sus efectos destacaron las inundaciones con niveles de entre 30 y 40 centímetros que dejaron en varias regiones del país, convirtiendo el sur prácticamente en un gigantesco lago, que además de viviendas anegadas también ocasionaron diversos derrumbes.
Incluso, las graves afectaciones que dejó la temporada de lluvias en el país asiático se volvieron aún más palpables con un saldo de alrededor de mil 600 muertos y más de 33 millones de personas afectadas.
Sin embargo, la organización mundial también destaca que lo que salvó a la antigua ciudad de Mohenjo Daro, construida en el valle del río Indo, en la provincia paquistaní de Sind, además de los ladrillos y la forma con que fue desarrollada, por su sistema de alcantarillado y tuberías sorprendentemente funcional, que ayudaron a drenar el diluvio que también dejó “escorrentías muy importantes” en la región.
Mientras que, a la par, el Centro Internacional de Estudios de Conservación y Restauración de los Bienes Culturales (ICCROM), en voz de Rohit Jigyasu, destaca que la antigua ciudad inca de Machu Picchu ha corrido por el mismo peligro durante las últimas temporadas.
Y es que, a medida en que año con año aumenta la intensidad de las lluvias, la ciudadela construida sobre las montañas de los Andes, sobre el valle del río Urubamba, en Perú, ha corrido en diversas ocasiones con el riesgo de desprendimientos, pues incluso, en enero de este año se inundó el pueblo más cercano a la zona arqueológica.
No sólo son las lluvias
De acuerdo con la Unesco, actualmente hay mil 154 sitios enlistados como Patrimonio Mundial de la Humanidad, conformados por 897 bienes culturales, 218 zonas naturales y 39 mezcla de ambos, pero, aunque muchos están amenazados por el cambio climático, no todos enfrentan a la par el peligro de las lluvias cada vez más fuertes.
En este marco, destaca el caso del sitio arqueológico de Olimpia, en la unidad periférica de Élide, en Grecia, y donde en 2021 un incendio forestal estuvo a nada de afectar la zona que, además de albergar un importante santuario, era donde en la antigüedad se celebraban los Juegos Olímpicos.
Mientras que, de igual forma, en Australia la Gran Barrera de Coral registró ya un blanqueamiento masivo, así como el aumento en los brotes de estrellas de mar, su principal depredador, a causa de las temperaturas inusualmente altas, aunque en este caso especialistas aseguran que todavía sería reversible su daño, luego de que en agosto se descubrió un aumento en la cobertura de coral duro en algunas partes de la barrera.
Más cambios en la naturaleza
Sin embargo, los fenómenos climatológicos ya estarían ocasionando daños a mediano plazo, ya no sólo al corto como en el caso de las inundaciones, pues de acuerdo con el ICCROM ya se registra la aparición de termitas en bosques antiguos de España a causa del aumento de la humedad.
Los viñedos franceses de Borgoña, Saint-Émilion y Champaña, así como los italianos de Prosecco y del Piemonte, tampoco escaparían a un eventual impacto.
“No es sólo el patrimonio el que se ve afectado cuando se pierde una parte de él, sino toda la vida social que lo rodea”, explica Ann Bourgès, investigadora del ministerio francés de Cultura y secretaria general de la ONG Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (Icomos).
En Mongolia, los sitios arqueológicos no sólo fueron abandonados porque “la población ya no tenía acceso al agua”, sino que también fueron “saqueados”, señala Rohit Jigyasu.