Una inesperada huelga de controladores obligó a cancelar la mitad de los vuelos este sábado en el aeropuerto parisino de Orly, en el marco de una jornada de protestas contra una impopular reforma de las pensiones en Francia.
La Dirección General de la Aviación Civil (DGAC) pidió “a las compañías aéreas que reduzcan su programa de vuelos en un 50% a partir de las 13:00 horas local por toda la jornada”, anunció la administración en un comunicado.
- El otro aeropuerto parisino, Roissy-Charles-de Gaulle, no se ve afectado por el paro
La huelga afectará a “25 llegadas y 22 salidas” de aviones en Orly, sobre todo a vuelos interiores o con países del espacio de libre circulación europeo Schengen.
Francia vive desde enero una serie de protestas contra la reforma de las pensiones del presidente liberal Emmanuel Macron, que quiere aumentar la edad de jubilación de 62 a 64 años para 2030.
Pese a las manifestantes masivas y el rechazo popular, el proyecto sigue su curso en el Parlamento y los sindicatos no descartan endurecer las protestas a partir del 7 de marzo, cuando amenazan con “paralizar” el país.
Sindicatos amenazan con “paralizar” Francia en marzo
Los sindicatos amenazaron este sábado con “paralizar” Francia en marzo, si el presidente Emmanuel Macron “no escucha” el rechazo mayoritario de la población a su reforma de las pensiones, en plena jornada de nuevas manifestaciones masivas.
“Si pese a todo el gobierno y los legisladores siguen sin escuchar el rechazo popular, la intersindical llamará (…) a paralizar todos los sectores en Francia el próximo 7 de marzo”
Dijo el líder de la central FO, Frédéric Souillot
La advertencia tuvo lugar en el marco de una cuarta jornada de protestas en Francia desde inicios de año. A la espera de datos oficiales, el sindicato CGT anunció 500 mil manifestantes en París, donde se registraron algunos incidentes con la policía.
El objetivo es que el gobierno retire su propuesta de retrasar la edad de jubilación de 62 a 64 años para 2030 y de adelantar a 2027 la exigencia de cotizar 43 años (y no 42 como ahora) para poder cobrar una pensión completa.
Una mayoría de franceses -dos de cada tres, según los sondeos- se oponen a la reforma, con la que el gobierno busca acercar la edad de jubilación a la de sus vecinos en Europa y evitar un futuro déficit en la caja de las pensiones.
“Me cuesta creer que el gobierno no escuchará este importante rechazo” en un “contexto difícil” de inflación para los ciudadanos, dijo Gaëlle Leroy-Careto, de 47 años, en la marcha celebrada en París en un ambiente festivo.
Esta trabajadora social acudió junto a su marido, su hija, su hermana y su sobrino. “Manifestamos por nuestras pensiones y la de nuestros hijos”, aseguró la mujer, recordando que en 2010 ya pasó de 60 a 62 años y augurando que dentro de 10 podría pasar a 70.
Las manifestaciones del 31 de enero -entre 1,27 y 2,8 millones de personas- fueron las más concurridas contra una reforma social en Francia en tres décadas, pero el gobierno no dio marcha atrás. Este sábado, la policía espera entre 600 mil y 800 mil personas.