Jean Castex, primer ministro de Francia, decretó el jueves, por tercera ocasión, confinamiento de al menos un mes para París, Altos de Francia y Alpes Marítimos a partir de la medianoche del viernes 19 de marzo, a fin de intentar aplacar una tercera ola de coronavirus (COVID-19) que tiene a hospitales al borde del colapso.
Las regiones gravemente afectadas por el COVID-19 comenzarán un nuevo confinamiento, pero las escuelas permanecerán abiertas y el bloqueo será menos estricto que en ocasiones anteriores para París, Altos de Francia y Alpes Marítimos. El toque de queda a nivel nacional comenzará a las 18:00 horas de cada localidad.
- Tiendas de artículos esenciales permanecerán abiertas
- Se permitirán actividades al aire libre en un radio de 10 kilómetros
- No se autorizarán los viajes interregionales
París y su confinamiento
En una rueda de prensa transmitida en directo por televisión desde París, Jean Castex detalló un confinamiento híbrido para frenar la progresión del COVID-19.
“Estamos adoptando una tercera vía, una vía que debería permitir frenar sin encerrar”.
El confinamiento para París por COVID-19 podría extenderse a otras regiones si la situación se deteriora a nivel nacional. Desde hace semanas, los hospitales, sobre todo de París, están al borde del colapso: las autoridades evacuaron a pacientes graves hacia territorios menos afectados y suspendieron operaciones no urgentes.
La tasa de contagios COVID-19 reportados en los últimos siete días en París y alrededores llegó a 418 por cada 100 mil habitantes, muy por encima del llamado umbral de “alerta máxima” de 250: “Estamos en una tercera ola, sobre todo por la variante británica”, considerada más contagiosa, dijo el presidente Emmanuel Macron.
Después de dos confinamientos nacionales que paralizaron la economía, Emmanuel Macron apuesta por un confinamiento regionalizado en la gestión del COVID-19. Sin embargo, esta nueva cuarentena costará al Estado mil 200 millones de euros, según cifras adelantadas por el Ministerio de Economía desde París.