Luego de recibir al menos siete disparos por parte de un policía, Jacob Blake se debate entre la vida y la muerte en un hospital de Milwaukee.
Las calles de la ciudad de Kenosha, Wisconsin, se han llenado de ira e indignación luego del ataque en contra de Jacob Blake, ciudadano afroamericano quien fuera baleado en repetidas ocasiones por un policía el pasado domingo.
Los disturbios han alcanzado tal magnitud, que el gobernador Tony Evers ha declarado estado de emergencia y ha anunciado que reforzará la seguridad en las calles con elementos de la Guardia Nacional de Estados Unidos.
Blake se encuentra muy grave pero estable en un hospital en Milwaukee. Su padre ha dicho a la prensa estadounidense que el joven padece una parálisis de la cintura para abajo y que los doctores aún no saben si será su estado permanente.
Jacob Blake se encuentra luchando por su vida
Blake ha sido sometido a una operación, pero todavía deberá soportar varias intervenciones más en los próximos días.
El informe médico señala que tiene un daño importante en su espina dorsal y en varias de sus vértebras, además de que tiene heridas por los disparos en el estómago, el riñón, el hígado y en buena parte de los intestinos.
“Está luchando por su vida y será necesario un milagro para que vuelva a caminar”, dijo abogado de la familia de Blake, Ben Crump.
La familia exige justicia a las autoridades y piden más información sobre la investigación.
“Dispararon siete veces a mi hijo. ¡Siete veces! Como si él no importase”.
Aseguró el padre, Jacob Blake Sr.
“Esto no es nuevo. No estoy triste. Lo siento. Estoy enojada. Dejé de llorar hace años. Ya no siento nada. He estado viendo a la policía asesinar a personas que se parecen a mí durante años”.
Dijo una de las hermanas de Jacob Blake.
¿Qué ocurrió ese domingo?
Según los informes, agentes de la policía de Kenosha habían acudido a una llamada por un “incidente doméstico”, una discusión entre dos mujeres en la que Jacob Blake intervino para intentar calmarlas.
Según el abogado, los tres hijos de Jacob Blake de 3, 5 y 8 años se encontraban dentro del coche cuando la policía le disparó.
Las imágenes quedaron registradas en un video: un par de policías intenta detener en Kenosha a Jacob Blake, de 29 años, pero él les ignora y trata de subir a su coche.
Los agentes le siguen apuntando con sus armas y uno de ellos procura retenerlo, pero al no lograrlo le dispara por la espalda.
Tras la agresión, decenas de personas se reunieron para protestar contra la policía en el mismo lugar donde el hombre fue agredido y las autoridades de la ciudad decretaron el toque de queda.
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