El Papa Francisco fue captado usando un cubrebocas por primera vez en un evento público, cuando él y otros líderes religiosos asistieron a un servicio de oración por la paz en todo el mundo.
El Santo Padre usó una mascarilla blanca durante el servicio en la Basílica de Santa María en Aracoeli, en Roma. Anteriormente la usaba sólo en un automóvil que lo llevaba a sus audiencias semanales en el Vaticano.
El Papa se quitó la mascarilla mientras leía su discurso, al igual que otros líderes cuando hablaron, pero se la volvió a poner cuando terminó su intervención.
Al Papa le extirparon parte de un pulmón durante una enfermedad cuando era joven en su Argentina natal, por lo que a veces respira con dificultad después de subir escalones.
El Sumo Pontífice había sido objeto de algunas críticas, particularmente en las redes sociales, por no usar mascarilla ante su público general y, a veces, por tener un contacto relativamente cercano con los visitantes.
Cuatro miembros que protegen al Papa dieron positivo a COVID-19
Francisco, de 83 años, asistió al servicio con otros líderes cristianos en la basílica, incluido el patriarca Bartolomé, líder espiritual de los cristianos ortodoxos.
Al mismo tiempo, en otros lugares de Roma, los judíos rezaban en la sinagoga de la ciudad y los líderes budistas, hindúes y musulmanes también rezaban por la paz.
El evento tuvo lugar cuando el número de personas que dieron positivo por el coronavirus aumentó consistentemente en Italia en las últimas semanas.
También ha habido un aumento relativamente pequeño en el Vaticano, donde cuatro miembros de la Guardia Suiza, el cuerpo de élite que protege al Papa, también dieron positivo por COVID-19.