En el que sería su segundo acto público tras su hospitalización a causa de una infección pulmonar la semana pasada, esta mañana el Papa Francisco cumplió con los ritos del Jueves Santo y lavó los pies a 12 jóvenes detenidos de una cárcel de menores de Roma, resaltando que además se presentó sin la silla de ruedas, caminando con la ayuda de un bastón.
Así, este jueves, y conforme a la tradición cristiana, Francisco representó como parte de la Semana Santa el gesto de humildad que tuvo Cristo con sus apóstoles antes de ser arrestado, condenado a muerte y crucificado un viernes en Jerusalén, acudiendo a la prisión de Casal del Marmo, al norte de la capital italiana, repitiendo el rito que realizó en ese mismo lugar en 2013.
Hasta ahí, Jorge Mario Bergoglio, su nombre civil, llegó sonriente apoyado en un bastón y se paró frente a cada uno de los 12 jóvenes detenidos, entre ellos dos chicas, para lavarles los pies que incluso se agachó a besar, devolviéndole algunos el gesto con un beso en la mano, mientras que otros sólo intercambiaron algunas palabras con él.
“Voy a cumplir con este ritual. No es folclor. Espero salir de ésta porque no puedo caminar muy bien”, explicó el Papa, que estuvo varios minutos de pie, en alusión a sus problemas para caminar por los dolores en una rodilla que lo obligan a moverse en silla de ruedas.
El rito papal del Jueves Santo
Mientras el rito del lavado de pies lo realiza el Papa en turno cada Jueves Santo, en esta ocasión, además de ser de sus primeros actos tras la hospitalización y “susto” que dio el Pontífice a los fieles, destaca que entre los jóvenes había un musulmán, además de dos mujeres y católicos de varias partes del mundo, según precisó el Vaticano, siendo también la primera vez que la ceremonia se transmite en vivo.
Aunque tampoco son muy raras las “primeras veces” durante el pontificado actual, pues desde el inicio de su pontificado en 2013, Francisco decidió llevar esta celebración fuera del Vaticano.
El jueves por la mañana, el Papa también presidió en la Basílica de San Pedro la tradicional misa crismal, en la que se bendice el aceite santo que servirá para otros sacramentos durante el año.
En tanto que el domingo, con ocasión de Pascua, que conmemora la resurrección de Cristo según el relato de los Evangelios, impartirá la bendición “Urbi et Orbi”, a la ciudad y al mundo, y leerá el tradicional mensaje sobre los problemas del mundo, mientras que el domingo pasado, al iniciar la Semana Santa, presidió la misa de Ramos en la plaza de San Pedro.