El papa Francisco expresó su “tristeza” y condenó “toda forma de violencia” tras el asesinato del presidente de Haití, Jovenel Moise, en un mensaje divulgado este jueves por la oficina de prensa del Vaticano.
El pontífice, quien se encuentra internado en un hospital de Roma tras ser operado del colon, condenó “todas las formas de violencia como medio para resolver crisis y conflictos” y deseó “un futuro de fraternal, armonía, solidaridad y prosperidad” al pueblo haitiano, según reza el mensaje, enviado a través del secretario de Estado, el cardenal Pietro Parolin.
En el mensaje envió también “sus condolencias al pueblo haitiano” y también a la esposa del presidente, Martine Moise, gravemente herida y evacuada en avión a Miami.
“Encomiendo su vida a Dios”
Escribió Francisco
El ataque contra el presidente en su residencia privada hundió a Haití, ya sumido en numerosas crisis, en la incertidumbre.
Las fuerzas del orden mataron a cuatro “mercenarios” implicados en el asesinato del presidente el miércoles y detuvieron a otros dos, informó la policía. Por ahora no se conoce la identidad o las motivaciones de los atacantes.
El Consejo de Seguridad de la ONU se reunirá este jueves para tratar la situación en Haití y exigió que los responsables del asesinato “sean rápidamente entregados a la justicia”.
Violencia en Haití afecta lucha contra el COVID-19
En Haití, sacudido por el asesinato de su presidente, Jovenel Moise, la lucha contra el COVID-19 se ve afectada por incidentes de violencia, advirtió el miércoles la OPS, oficina regional de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
“Seguimos preocupados por Haití”, dijo en rueda de prensa Carissa Etienne, directora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
“Según los datos reportados, ha habido una leve disminución en los casos nuevos, pero la situación sigue siendo muy difícil, con episodios de violencia que desafían la respuesta a la pandemia”
Carissa Etienne
Haití registró un aumento de contagios, hospitalizaciones y muertes por COVID-19 desde mayo, después de la detección en su territorio de las variantes Alfa y Gamma (identificadas respectivamente por primera vez en el Reino Unido en diciembre de 2020 y en Brasil en enero de 2021).
La violencia de las pandillas en la capital, Puerto Príncipe, complica los esfuerzos para limitar la propagación del virus, al forzar a cientos de familias a abandonar sus hogares para amontonarse en albergues precarios.