Ante una Plaza de San Pedro, llena de fieles después del rezo del Ángelus, el Papa Francisco rezó un Rosario la mañana del domingo en honor de la Virgen de Guadalupe para llamar a la conversión y a la renovación de la Iglesia y de la sociedad, que tanto necesitan los países de América y del mundo.
“¡Cuántas banderas de países americanos!” exclamó el Papa Francisco al dirigirse en español a los fieles y peregrinos reunidos en la Plaza San Pedro, a quienes dijo que “La Morenita” ha “unido a quienes desde Alaska hasta la Patagonia” la festejan cada 12 de diciembre.
El Pontífice afirmó que la Virgen de Guadalupe y San Juan Diego nos enseñan siempre a “caminar juntos, desde las periferias hasta el centro”, en comunión con los obispos, para “ser Buena Noticia para todos”.
“Dios que es comunión, animará la conversión y la renovación de la Iglesia y de la sociedad que tanto necesitamos en las Américas, -la situación de tantos países americanos es muy triste- y en el mundo”.
Papa Francisco
Al recordar que con estos actos de fe y de testimonio público como el demostrado este 12 de diciembre en la Plaza de San Pedro, donde se comienza a preparar el Jubileo Guadalupano de 2031 y el Jubileo de la Redención de 2033, el Papa Francisco manifestó: ¡Viva la Virgen de Guadalupe!
Mariachis para la Virgen de Guadalupe
Serenatas, vestidos típicos, flores y oraciones de decenas de fieles latinoamericanos y de todo el mundo llenaron la Plaza de San Pedro a las 10 horas del 12 de noviembre para honrar a la Virgen de Guadalupe, que apareció en México en el año de 1531.
Una procesión con la imagen de “La Morenita” abrió el evento que fue animado por un grupo de mariachis mexicanos que fueron el preámbulo de la Fiesta Guadalupana en el Vaticano. Tal como anunció el secretario de la Comisión para América Latina, Rodrigo Guerra, la plaza fue “tomada” para dar un “testimonio público de la fe” en toda América.
Durante el evento hubo pantallas gigantescas colocadas en la Plaza que trasmitieron un video con las imágenes de los cuatro Pontífices, desde Pablo VI hasta Francisco, que han visitado a la Virgen de Guadalupe en su Santuario.
Luego del rezo del Rosario a la Virgen de Guadalupe, se pidió por los más débiles y vulnerables del continente, por los descartados, los migrantes y las comunidades indígenas. También, por superar las consecuencias de la pandemia y por la dignidad de todas las personas, niños, jóvenes, mujeres y hombres de América y del mundo.