El Papa Francisco llamó este domingo a las personas a luchar contra los virus del racismo y grupos del crimen organizado en todo el mundo, advirtiendo que están utilizando la pandemia del coronavirus (COVID-19) para enriquecerse aún más, y los catalogó como virus que mutan fácilmente entre la sociedad y los países.
“Las mafias están presentes en varias partes del mundo y, aprovechando la pandemia, se están enriqueciendo a través de la corrupción”, dijo el Papa Francisco en su discurso del domingo al mediodía, cuando Italia recuerda a las víctimas del crimen organizado. En tanto, aseguró que el racismo puede volver a predominar.
Racismo
Con relación al racismo, el Papa Francisco añadió en su cuenta de Twitter:
“El racismo es un virus que muta fácilmente y que, en lugar de desaparecer, se esconde y está siempre al acecho. Las expresiones de racismo vuelven a avergonzarnos, demostrando así que los avances de la sociedad no están asegurados para siempre”.
También abordó el tema del crimen organizado en general, y de forma particular el de Italia, “marcada por las víctimas inocentes de las mafias, “presentes en todo el mundo, que aprovechan la pandemia y corrupción” para enriquecerse. Los antecesores del Papa Francisco también condenaron a la delincuencia organizada.
- San Juan Pablo II condenó su cultura de la muerte
- Benedicto XVI los condenó como caminos de muerte
“Estas estructuras del pecado, las estructuras de la mafia, contrarias al evangelio, confunden la idolatría con la fe. Hoy recordemos a todas las víctimas y renovemos nuestro compromiso contra las mafias”.
COVID-19 y la delincuencia
En diciembre, la Organización Internacional de Policía Criminal (Interpol), con sede en Francia, emitió una alerta global advirtiendo que las redes delictivas organizadas estaban apuntando a las vacunas COVID-19. En marzo, la policía sudafricana confiscó cientos de vacunas COVID-19 falsas y arrestó a cuatro sospechosos.
La policía italiana dijo que los clanes del crimen usan la pandemia para ganarse el favor de familias pobres que enfrentan ruina financiera, ofreciendo préstamos y comida. Usureros exigen tasas de interés exorbitantes y están rescatando a las pequeñas empresas afectadas por la pandemia, dice la policía.