Hamad Raza, vocero de los servicios sanitarios en Punyab, la provincia más poblada de Pakistán, anotó que el Gobierno local cortará el servicio de teléfono a aquellos ciudadanos que rechacen recibir la vacuna contra el coronavirus (COVID-19).
- Pakistán se localiza en el sur de Asia
- Limita con India, Afganistán, Irán y China
La medida del teléfono es tomada por Punyab, Pakistán, por bajísimas tasas de inmunización: 10.5 millones de dosis se han administrado en este país de 220 millones de habitantes. La provincia de Sind anunció que sus funcionarios reticentes a la vacuna COVID-19 no recibirán su salario a partir de julio.
COVID-19 en Pakistán
- En Punyab, la demanda de vacunación disminuyó a medida que se estabilizó la tercera ola del COVID-19
- “Como la gente es realmente reacia, decidimos actuar”, dijo Hamad Raza con relación al teléfono
La campaña de vacunación COVID-19 en Pakistán, impulsada con apoyo de China, se ve obstaculizada por la inquietud sobre efectos secundarios, alimentada por desinformación que vincula estos fármacos con infertilidad o deceso en los dos años siguientes a la inyección.
Pero no sólo se amagó con cortar el teléfono: las autoridades sanitarias llaman a la población a vacunarse para que cuando se alcance un mínimo de 20% de inmunización en la población, se reabran cines, salas de fiesta y lugares de culto.
“Va a ser difícil no poder utilizar mi teléfono… pero me asusta realmente la vacuna”, dijo la empleada doméstica Saima Bibi. En tanto, Farwa Husain, profesora en la ciudad de Rawalpindi, dijo que no se puede obligar a la población a vacunarse contra el COVID-19 porque genera más desconfianza en Pakistán.
Oficialmente, el Gobierno de Pakistán ha registrado 21 mil 500 muertes por COVID-19, aunque dicha cifra se considera muy por debajo de la realidad, debido a la falta de pruebas detectoras y la evasión de los ciudadanos hacia las autoridades.