Los países del G20, responsables del 80% de las emisiones de gases de efecto invernadero, alcanzaron este domingo un acuerdo en materia climática, lo que representan para algunos una señal insuficiente de cara a la conferencia de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) sobre clima (COP-26) que comenzó en Glasgow.
Los dirigentes de los 20 países más desarrollados se comprometieron a limitar el calentamiento del planeta a 1.5 grados Celsius respecto a la era preindustrial y a reducir el uso del carbón, pero no lograron fijar una fecha precisa para la neutralidad carbono.
“Estamos orgullosos de estos resultados, pero debemos recordar que sólo es el principio”.
Mario Draghi, primer ministro italiano
Tras dos días de reunión en Roma, Mario Draghi agregó que estas medidas son “un paso más en una larga y difícil transición”.
La presión sobre la primera cumbre presencial del G20 desde 2019 era fuerte. Desde el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, hasta el Papa Francisco, los llamados a adoptar medidas ambiciosas se multiplicaron hasta el último minuto.
“Me marcho de Roma con mis esperanzas insatisfechas, pero al menos no están enterradas”.
Secretario general de la ONU, Antonio Guterres
Para el primer ministro británico, Boris Johnson, se hicieron “progresos razonables (…), pero no es suficiente”.
El lenguaje empleado en la declaración es “más fuerte” que en el Acuerdo de París de 2015, según dos negociadores. El G20 se comprometió a “continuar los esfuerzos para limitar a 1.5 grados Celsius” el calentamiento del planeta, un objetivo que requiere “acciones y compromisos significativos”.
Los países del G20 prometieron además dejar de financiar la construcción de nuevas centrales térmicas de carbón en el extranjero, aunque sin precisar ninguna medida a nivel nacional, y abogaron por conseguir la neutralidad de carbono “a mediados de siglo o alrededor de esa fecha”.
Esta última referencia, menos específica que el año 2050 defendido por Italia, es “muy significativa considerando la diversidad de los países que participan en el G20“, consideró la presidencia francesa. China, que emite más de una cuarta parte de gases de efecto invernadero, prevé lograrlo 2060.
Las 20 naciones más desarrolladas, entre las que se encuentran México, Brasil y Argentina, reafirmaron también el compromiso, hasta ahora incumplido, de movilizar 100 mil millones de dólares para los costes de adaptación al cambio climático en los países en desarrollo.
“Los efectos de esta transición pueden ser negativos para naciones en desarrollo si no se tiene en cuenta esta condición desigual (con los desarrollados”.
Presidente de Argentina, Alberto Fernández
Si Glasgow fracasa, todo fracasa
Pero para las Organizaciones No Gubernamentales no fue suficiente. “Si el G20 fue un ensayo general para la COP26, los líderes mundiales se equivocaron”, dijo Jennifer Morgan, de Greenpeace.
“Todo son medias tintas en lugar de acciones concretas”, apuntó Friederike Röder, de Global Citizen.
La pelota está ahora en la conferencia de la ONU sobre clima (COP26), cuyo presidente, el secretario de Estado británico Alok Sharma, calificó de “última y mejor oportunidad para cumplir el objetivo de +1.5 grados Celsius”, durante su apertura.
“Si Glasgow fracasa, todo fracasa”, subrayó Boris Johnson en Roma en referencia a esta cita anual, bajo la protección de la ONU, que buscará hasta el 12 de noviembre en la ciudad escocesa fijar los compromisos en la lucha contra el cambio climático.
La actual edición es mucho más importante este año ya que no pudo celebrarse en 2020 por la pandemia. El Papa Francisco pidió incluso orar para que “esta reunión pueda dar respuestas eficaces, dando así esperanza a las generaciones futuras”.
La agenda de la conferencia ministerial cuenta con cuatro principales asuntos y es tan compleja que las negociaciones se abrieron este mismo domingo, sin esperar los grandes discursos de unos 130 mandatarios, previstos lunes y martes.
Al inicio del evento, la Organización Meteorológica Mundial (OMM) advirtió en un informe que los siete años entre 2015 y 2021 serán probablemente los más cálidos registrados hasta la fecha y advirtió que el clima entra en “territorio desconocido”.