El premio Nobel de la Paz fue otorgado este viernes a la defensora iraní de los derechos de la mujer, Narges Mohammadi, actualmente encarcelada en Irán.
A la activista y periodista de 51 años se le galardonó “por su combate contra la opresión de las mujeres en Irán y su lucha por promover los derechos humanos y la libertad para todos”, declaró Berit Reiss-Andersen, presidenta del Comité Nobel noruego en Oslo.
[ TE RECOMENDAMOS: Jon Fosse gana el premio Nobel de Literatura 2023 ]
Durante el evento, el Comité Nobel pugnó porque Irán libere a Narges Mohammadi para que pueda recibir su premio en diciembre. Actualmente, se encuentra en una prisión de Teherán.
La familia de Narges consideró, por su parte, la atribución del premio Nobel de la Paz como “un momento histórico e importante para la lucha por la libertad en Irán”.
“Dedicamos este premio a todos los iraníes y, en especial, a las mujeres y niñas iraníes que han inspirado a todo el mundo por su valentía y su lucha por la libertad y la igualdad”, agregó la familia, citada por la AFP.
- “Su valiente lucha ha tenido un tremendo coste personal. En total, el régimen la ha detenido 13 veces, la ha condenado en cinco ocasiones y la ha sentenciado a un total de 31 años de prisión y 154 latigazos“, declaró Reiss-Andersen.
Mohammadi ha dedicado su vida a defender los derechos humanos en su país, oponiéndose al velo obligatorio o a la pena de muerte y siendo repetidamente detenida y encarcelada por ello.
[ TAMBIÉN PUEDES LEER: Premio Nobel de Física para Agostini, Krausz y L’Huillier por estudio sobre desplazamiento de electrones ]
La ONU, por su parte, celebró un premio que este año homenajea “el coraje y la determinación de las mujeres iraníes”.
El premio está dotado con una medalla de oro, un diploma y una suma de 11 millones de coronas suecas (alrededor de un millón de dólares).
Narges Mohammadi, una vida en prisión por ser “la voz de los sin voz”
Nacida en 1972 en Zanyán, en el noroeste de Irán, Narges Mohammadi estudió Física antes de volverse ingeniera y se inició paralelamente en el periodismo, trabajando para diarios reformistas.
En el 2000 se unió al Centro de Defensores de los Derechos Humanos, fundado por la también Premio Nobel de la Paz iraní Shirin Ebadi y del cual es hoy vicepresidenta, luchando entre otras causas por la abolición de la pena de muerte.
“Narges podría haber salido del país, pero siempre se negó, (…) se convirtió en la voz de los sin voz. Incluso en prisión, no olvida su deber e informa sobre la situación de los prisioneros”, ha declarado Reza Moini, activista iraní radicado en París que la conoce bien.
[ PUEDES LEER: Katalin Karikó y Drew Weissman ganan Nobel de Medicina por vacunas ARN ]
En su libro “White Torture” (“Tortura blanca”), Mohammadi denuncia las condiciones de vida de las prisioneras, especialmente en aislamiento, abusos que ella misma afirma haber sufrido.
En noviembre de 2021 se le detuvo cerca de Teherán, donde asistía a una ceremonia en memoria de un hombre muerto en 2019 durante una manifestación contra el aumento del precio del combustible.