En América, la variante Ómicron del coronavirus causante de la COVID-19 detectada en Sudáfrica a finales del noviembre, sólo ha sido hallada en Canadá y Brasil.
Sin embargo, la Organización Panamericana de la Salud (OPS), advirtió este miércoles que es probable que otros países comiencen a verla en circulación pronto.
“Aún no está claro si ómicron es más transmisible que otras variantes, o si causa una enfermedad más grave”, dijo la directora de la OPS, Carissa Etienne, quien agregó que “tomará tiempo analizarla”.
“La velocidad y la transparencia son especialmente críticas en este momento. Pero, sobre todo, instamos a la gente a que no se asuste”, añadió.
Desde que Sudáfrica señaló la aparición de esta nueva variante, muchos países cerraron sus fronteras a las personas procedentes de la África austral, suscitando la indignación en la región.
Ante esto, la Organización Mundial de la Salud (OMS) dijo que estas medidas “pueden tener un impacto negativo en los esfuerzos sanitarios mundiales durante una pandemia al desanimar a los países a informar y compartir los datos epidemiológicos y de secuenciación”.
Y es que la falta de efectividad de las restricciones quedó en evidencia cuando Países Bajos reportó que ómicron estaba presente en su territorio antes de que Sudáfrica reportara su primer caso el pasado 25 de noviembre.
Expansión de Ómicron
Los casos que hasta ahora se han presentado de ómicron en América se suman a la expansión de la nueva variante, al igual que Nigeria, el país más poblado de África, y Arabia Saudita, quienes anunciaron sus primeros casos de la nueva mutación.
No obstante, la OMS considera “elevada la probabilidad de que ómicron se expanda a nivel mundial”, aunque hasta ahora existen numerosas incógnitas sobre su contagiosidad, su resistencia a las vacunas o su gravedad.
Un elemento tranquilizador es que, por el momento, no se ha detectado ningún fallecimiento asociado a la nueva variante.