La exembajadora de Estados Unidos ante Naciones Unidas, la republicana Nikki Haley, suspendió su campaña por la nominación presidencial republicana este miércoles, sin respaldar al expresidente Donald Trump, al que llamó a ganarse el respaldo de los moderados del partido.
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“Ahora es responsabilidad de Donald Trump ganarse los votos de aquellos en nuestro partido y fuera de él que no le respaldan, y espero que lo haga”, afirmó.
Haley dio el anuncio en un discurso televisado en Charleston, Carolina del Sur, luego del supermartes electoral que se saldó con una arrasadora victoria del exmandatario.
Haley duró más que cualquier otro rival republicano de Trump, pero nunca representó una amenaza seria para el expresidente, cuyo férreo control sobre la base del partido sigue firme a pesar de sus múltiples acusaciones penales.
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Nikki Haley le deja el camino libre a Trump
Estados Unidos se dirige hacia una presidencial en noviembre que no entusiasma demasiado, luego de que el republicano Donald Trump y el demócrata Joe Biden, grandes favoritos en sus respectivas primarias, se impusieran sin problemas en el llamado “supermartes”.
Ante la aplastante victoria de Trump, su única rival aún en carrera, la exembajadora estadounidense ante la ONU Nikki Haley suspendió este miércoles su campaña, aunque sin respaldar al expresidente.
“Ahora es responsabilidad de Donald Trump ganarse los votos de aquellos en nuestro partido y fuera de él que no le respaldan, y espero que lo haga”, afirmó Haley este miércoles en un discurso televisado en Charleston, Carolina del Sur.
Trump arrasa en el supermartes
Trump fue declarado vencedor en 14 estados de los 15 en disputa el martes. Se trata de Alabama, Alaska, Arkansas, Colorado, California, Maine, Massachusetts, Minnesota, Carolina del Norte, Oklahoma, Tennessee, Texas, Utah y Virginia, según proyecciones de medios de comunicación estadounidenses.
Sólo Vermont privó al expresidente republicano de una victoria absoluta y se decantó por Haley.
Fue un supermartes sin misterio para Trump, de 77 años, y Biden, de 81, que se encaminan a una revancha de la elección de 2020 y salieron de inmediato a pedir el voto de los electores de Haley en noviembre.