Cautiva recital de piano en lago de Ricquebourg, tras COVID-19 en Francia

La compañía “Piano du Lac” deleitó a propios y extraños con un recital de música clásica sobre el lago de Ricquebourg para acercar la música clásica a las personas que no tiene acceso a las salas de conciertos y para reactivar la actividad cultural en esa zona, luego de la pandemia de COVID-19 que se vivió en Francia.

Con el telón de fondo de un castillo del siglo XVIII y vacas pastando, la cantante Evelyne Zou remaba entre nenúfares mientras la pianista Cecile Wouters tocaba clásicos de Chopin, Maurice Ravel y Claude Debussy en su piano flotante sobre el lago de Ricquebourg.

• Los nenúfares son plantas acuáticas con flores que crecen en lagos, lagunas, arroyos de corriente lenta.

La compañía francesa “Piano du Lac” temió lo peor de este año, sin saber cuándo volverían a actuar después de que la pandemia de COVID-19 los obligara a cancelar dos giras.

Música en el lago de Ricquebourg bajo medidas de sana distancia

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Pero el grupo, que monta espectáculos en una carroza creada por Voel Martin, jugó en la temporada de verano y comenzó a viajar nuevamente a mediados de julio, esta vez para espectadores enmascarados y socialmente distantes.

El propietario del Castillo de Ricquebourg en el norte de Francia, Jean-Francois Marquis, dijo que dio la bienvenida al grupo para una presentación de dos noches de su espectáculo “Melting Flotte” para mostrar su apoyo al sector cultural.

Wouters, cuyo objetivo es llevar la música clásica al campo y particularmente al lago de Ricquebourg, donde las salas de conciertos no están muy extendidas.

Aseguró que la relación con el público fue más fuerte esta vez.

“Estoy tan conmovida este año mucho más que los otros años, para ver una audiencia delante de mí, que vino a pesar de esta situación”.

Gobierno mantiene apoyos a sector cultural tras pandemia de COVID-19

Francia ha extendido el apoyo de ingresos a los trabajadores de la industria de las artes y la cultura, muchos de los cuales han perdido sus empleos durante el bloqueo del coronavirus.

El gobierno ha estado bajo presión para ayudar a aquellos conocidos colectivamente en Francia como “intermitentes del espectáculo”, o trabajadores temporales del mundo del espectáculo, un sector que emplea a 1.3 millones de personas.

Incluyen bailarines, comediantes, escenógrafos, cineastas y creadores de festivales cuyos trabajos a menudo giran en torno a eventos de primavera y verano.

Al reconocer las dificultades en el sector debido a la cancelación de festivales y eventos, el presidente francés Emmanuel Macron dijo que quería que el gobierno extendiera los pagos del seguro de desempleo desde fines de agosto.

Francia registró más de mil 130 casos nuevos de COVID-19 al 24 de julio, y el número de muertes desde el comienzo del brote es de 30 mil 192. Los cubrebocas se han vuelto obligatorias dentro de los lugares públicos a partir del pasado 20 de julio.

Con información de Reuters

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