Varios miles de opositores salieron a la calle el domingo en Georgia para pedir nuevas elecciones, acusando a las autoridades de haber amañado las anteriores en beneficio del partido en el poder.
Según cifras oficiales, el partido Sueño georgiano, del multimillonario Bidzina Ivanichvili, ganó las elecciones del 31 de octubre con algo más del 48% de los votos, superando en dos puntos al conjunto de los opositores.
Las formaciones contrarias al gobierno han denunciado fraudes y se niegan a entrar en el parlamento, haciendo temer una nueva crisis política en este país, donde las elecciones son a menudo agitadas y marcadas regularmente por importantes manifestaciones.
El principal partido contrario al gobierno, el Movimiento Nacional Unido (MNU) del expresidente Mikheïl Saakashvili, había logrado una alianza con todas las demás formaciones de oposición con la promesa de formar un gobierno de coalición en caso de victoria.
La arteria principal de la capital se transformó en un mar de banderas georgianas mientras los manifestantes se reunían ante el parlamento.
“Exigimos la sustitución de la administración electoral totalmente desacreditada y la celebración de una nueva votación”, declaró una responsable del MNU, Salomé Samadachvili, añadiendo que “permitiría mantener la estabilidad en el país” y que el “Sueño georgiano no ha recibido un mandato democrático para permanecer en el poder”.
El primer ministro Guiorgui Gakharia aseguró que las elecciones marcaban “otro hito importante en el desarrollo democrático de Georgia“, criticando a la oposición por organizar concentraciones de masas en medio de la epidemia de COVID-19.
Guirgui Gakharia, que dio positivo al coronavirus, está en cuarentena desde hace una semana y ha anunciado un toque de queda nocturno en varias grandes ciudades a partir del lunes.
- Todavía no se conoce la composición exacta del parlamento.