Mike Pence, vicepresidente de Estados Unidos, presidirá el miércoles 6 de enero la sesión del Congreso, donde senadores contarán y confirmarán estado por estado los votos del Colegio Electoral, por lo que el presidente saliente Donald Trump presiona al número dos del Gobierno para que anule la victoria del mandatario electo, el demócrata Joe Biden.
Según la agencia AFP, Mike Pence tiene un papel casi protocolario en la sesión del Congreso que se realizará en la Cámara del Antiguo Senado en el Capitolio de Washington D.C. Esa certificación suele ser una formalidad, pero Donald Trump ha presionado a Mike Pence para que anule la victoria del demócrata, al afirmar que el vicepresidente tiene la autoridad para descartar votos.
- El miércoles, los ojos estarán puestos en el vicepresidente Mike Pence.
- Según el protocolo, será el encargado de declarar ganador a Joe Biden en el Congreso.
Al respecto, Donald Trump comentó que “espero que nuestro gran vicepresidente no nos decepcione. Si nos decepciona, lo querré menos”. El vicepresidente Mike Pence, junto con el secretario de Estado, Mike Pompeo, y el exfiscal general William Barr, fueron de los republicanos más fieles a Donald Trump, pero poco a poco se han ido dando sorpresas, y se prevé que Mike Pence respete la democracia.
Mike Pence, ¿candidato del futuro?
El vicepresidente Mike Pence es un conservador cristiano y una de las pocas constantes en la turbulenta Casa Blanca de Donald Trump: ha mantenido la confianza de su jefe teniendo cuidado de no salir nunca de la sombra del presidente. Mike Pence será catapultado a un grupo de favoritos para candidatura presidencial republicana de 2024 tan pronto como el partido inicie la elección interna.
Mike Pence ha sido defensor clave de Donald Trump durante todo el alboroto por la pandemia, a menudo luchando contra facciones en la Casa Blanca, y manteniendo su propia influencia gracias al cultivo de una estrecha relación con el antiguo hombre de negocios de Nueva York. El jefe de gabinete de Mike Pence, Marc Short, dijo que el vicepresidente habla con Trump varias veces al día, de la mañana a la noche.