Carissa Etienne, directora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), con sede en Washington D.C., celebró que los nuevos casos de coronavirus (COVID-19) disminuyen en América del Norte (México, Estados Unidos y Canadá), pero el escenario luce complicado para América Latina, sobre todo Brasil.
Estados Unidos y Canadá, los países más al norte de América, continúan con caídas de casos COVID-19, pero Cuba, Bahamas, Santa Lucía, Guadalupe, Paraguay, Uruguay y Chile enfrentan más aumentos de infecciones. Estas variaciones complican la reactivación del empleo y la economía, en los de por sí afectados territorios.
Carissa Etienne explicó:
“Nos preocupa la situación en Brasil. Proporciona un recordatorio de la amenaza del resurgimiento: las áreas más afectadas por el COVID-19 en el pasado siguen siendo vulnerables a la infección”.
Brasil, entre las cuerdas
La funcionaria explicó que los casos aumentan en casi todo Brasil: una nueva variante de COVID-19 descubierta a fines del año pasado, provoca aumento de nuevas infecciones, abrumando al sistema de atención médica, que experimenta escasez generalizada de suministros médicos, incluido el oxígeno, dijo la directora de la OPS.
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Con respecto a la situación en América del Norte, la OPS reportó que Estados Unidos, Canadá y México van a la baja, pese a focos activos en las tres naciones vecinas y socias. La OPS agregó que hay caída de casos COVID-19 en América Central, aunque con incremento en algunas zonas de Guatemala y Panamá.
La OPS, oficina regional de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para América, pidió al Serum Institute de la India, 135 mil vacunas COVID-19 para Nicaragua y 228 mil para Bolivia. También advirtió que el suministro es limitado, debido a tiempos de fabricación y alta demanda: algunos países esperarán meses para recibir sus dosis.
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